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Migrantes por Costa Rica | ¿Por qué los venezolanos salen de su país en busca de mejores condiciones?

“Trabajaba como cocinera en una escuela del Gobierno en Charallave (en el estado de Miranda). Pero mi sueldo no me…

Por Mariana Mena

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Migrantes por Costa Rica | ¿Por qué los venezolanos salen de su país en busca de mejores condiciones?
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“Trabajaba como cocinera en una escuela del Gobierno en Charallave (en el estado de Miranda). Pero mi sueldo no me alcanzaba para darle de comer a mis tres hijos… así que decidí migrar para poder ayudarles”.

Así resume la venezolana Carla Gómez parte de la dura realidad que la obligó a emigrar de su país con la idea de llegar a los Estados Unidos y encontrar mejores oportunidades.

Este medio habló con ella y con muchos más ubicados en diferentes puntos de San José, donde no solo piden ayudas para seguir su camino. También se las ingenian para vender algunos productos con tal se reunir dinero.

Como Carla son miles los venezolanos que salen de su país a pie y exponiéndose a innumerables peligros; incluso, a la muerte misma.

Pero: ¿cuáles son las razones que fuerzan a una persona a dejarlo todo y caminar cruzando fronteras, entre ellas el conocido (y mortal) Tapón del Darién entre Panamá y Colombia?

El El Observador conversó con la periodista venezolana Astrid Anselmi, quien explicó a detalle sobre las diferentes situaciones que viven los venezolanos en su nación.

Vamos analizar la situación por puntos:

Salario mínimo

Con respecto al salario mínimo, se le paga a los empleados públicos -como médicos, enfermeras, trabajadores de ministerios- un salario de $21,90 por mes.

Mientras que, según el Observatorio Venezolano de Finanzas, a finales de agosto, estableció que la canasta básica costaba $371.

“Efectivamente una persona únicamente con el salario mínimo no puede subsistir en Venezuela, por ejemplo, un kilo de carne cuesta $6”, expresó la periodista.

De acuerdo con Anselmi, además solo se incluyen productos de primera necesidad, dejando de lado otros artículos de importancia como los de higiene íntima.

“Acá las personas para comer tienen doble jornada. Un profesor en la mañana enseña y en la noche vende perros calientes para poder ganar un poco más”, explicó.

Ante este panorama las personas con menos recursos son las más afectadas y, por ende, las que emprenden caminatas por diferentes países para conseguir un futuro mejor.

Sin acceso a documentos de identidad

“En el 2016 solicité mi pasaporte, dos años después seguía sin recibir nada y ese tiempo se fue extendiendo hasta que pasaron 4 años y el precio es impagable”.

Así describió Edgar Pérez, migrante venezolano de paso por Costa Rica, sobre la situación que enfrentan para poder tener acceso a documentos de identidad.

Sobre este tema la comunicadora explicó que el costo de los pasaportes va desde los $107 a los $1.722 y tomando en cuenta el salario mínimo es impagable para la mayoría.

“El costo del pasaporte está anclado a la criptomoneda venezolana, que solo la maneja el Gobierno con un valor que ellos mismos le dan y se llama Petro.

“Diariamente se actualizan los precios de los diferentes tipos de pasaportes que hay disponibles, pero es impagable para una gran mayoría”, señaló la venezolana.

En paralelo hay situaciones con las cédulas de identidad, el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME) no las entrega si hay un trámite de pasaporte.

Lo mismo aplica si tiene pendiente el trámite de la cédula y no le entregan el pasaporte, lo que obliga a las personas a irse indocumentados o bien ser víctimas de estafas.

“Sí hay serios problemas en el país para tener los documentos de identidad y todas esas trabas que pone el mismo Gobierno, da pie para la corrupción de los funcionarios”, expresó.

OBSERVE MÁS: EE.UU. reabre camino a la residencia para algunos beneficiarios del Estatus de Protección Temporal

“El sueño de los caminantes”

La situación que está ocurriendo este 2022 con los migrantes venezolanos es anormal dado el largo recorrido que deben hacer.

Desde la perspectiva periodística era normal que migran a Colombia, Perú, Ecuador y en menor cantidad, por lejanía, Chile.

“La necesidad ya sobrepasó esa barrera de lejanía: desde que salen de sus casas asumen todos los riesgos, robos, trata de personas, violaciones, extorsión”, enfatizo Anselmi.

Para estas personas su destino final es Estados Unidos, donde esperan ser amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS).

Gracias a un reciente cambio normativo, se espera que beneficiarios del TPS accedan a una antigua vía para ajustar su condición migratoria y obtener residencia permanente.

En el mes de julio, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración informó que se restauraba el proceso que se había suspendido en la Administración Trump.

Dicho permiso permitirá a los migrantes ilegales, con el estatus de protección, viajar fuera del país y a su regreso ser inspeccionados, procesados y admitidos.

Sin embargo hay un ‘pero’: la prórroga de 18 meses -que entró en vigor el 10 de setiembre y se extiende hasta el 10 de marzo de 2024- no aplicará para quienes hayan llegado a Estados Unidos después del 8 de marzo del 2021.

Es decir: los que llegaron luego corren el riesgo de ser deportados. Se estima que unos 200.000 venezolanos podrían quedar fuera del amparo.

“Antes de quedarme esperando morirme de hambre prefiero caminar y Dios me va ayudar a pasar lo que sigue y llegar a Estados Unidos”, aseguró Moisés Núñez, migrante venezolano. Él se encontraba en San José centro donde pronto emprendería su viaje hacia el norte.