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Nicaragua a las puertas de una dictadura familiar: “Son regímenes que van pasando de pariente en pariente”, opina experto

“Daniel Ortega tiene 75 años, Rosario Murillo anda por los 72. Ellos saben muy bien que es muy poco el…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Nicaragua a las puertas de una dictadura familiar: “Son regímenes que van pasando de pariente en pariente”, opina experto
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“Daniel Ortega tiene 75 años, Rosario Murillo anda por los 72. Ellos saben muy bien que es muy poco el tiempo que les va a quedar para gobernar pero están preparando a algunos de sus hijos para que asuman ese poder y ya veremos entonces una dictadura de tipo familiar”.

Ese es el diagnóstico que hace Javier Sancho, uno de los últimos embajadores que tuvo Costa Rica en Managua, sobre el rumbo que está tomando el país vecino.

El diplomático es del grupo de quienes celebran la liberación de 222 presos políticos, pero que a la vez advierte que a lo interno continúa dándose una situación grave que podría empeorar.

“Es una dictadura que se ha preparado para estar ahí por muchos años, quizás más años de los que estuvo Somoza. Y también muy al estilo de dictaduras muy oprobiosas cómo la de Corea del Norte. Son regímenes que van pasando de pariente en pariente”, señaló.

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Así, mientras Nicaragua hace un intento para mejorar su imagen internacional, a lo interno se mantienen prácticas sin variación.

“Vendrá más represión, vendrá más encarcelamiento, vendrá más dolor para el pueblo nicaragüense”, señala Sancho.

El Oblispo Rolando Álvarez no salió de Nicaragua con el grupo de expresos políticos y al día siguiente se le condenó a más de 20 años de cárcel. En los últimos días las autoridades han comenzado a perseguir a los sacerdotes que lo han defendido (AFP)

Una tortura colectiva

La persecución directa a los opositores ha generado también efectos secundarios de alto impacto en la población, analiza Sancho.

“El castigo más común que la gente está sufriendo en Nicaragua es la falta de oportunidad para expresarse”, recalca. “Ya las personas viven sometidas a una tortura psicológica”, sumó.

A ello sumó las denuncias hechas por las familias de presos políticos, que tuvieron que convivir en sus casas bajo la vigilancia gubernamental.

Además, mientras el país sigue manteniendo graves índices de pobreza y estancamiento, se da el gasto militar y de armamento, todo con repercusiones sociales.

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Sancho adicionó también que hay que recordar como desde hace tiempo tanto la Comisión como la Corte Interamericanas de Derechos Humanos ya habían dictado medidas a favor de los detenidos sin que el sandinismo atendiera los llamados.

“La dictadura de Ortega y Murillo ha desconocido todas esas ordenanzas y Nicaragua ya ha sido declarado prácticamente un Estado en rebeldía”, dijo Sancho.

Nicaragua a la medida

Otro punto sobre el que experto pide poner atención es en el manejo de toda la institucionalidad nicaragüense.

Por años, el sandinismo ya había copado no solo el Gobierno sino el Poder Legislativo, la justicia y el órgano electoral.

Con ello se ha garantizado vía libre para mutar las leyes según sus necesidades.

“Para ellos viene siendo muy fácil manejar la constitución y las leyes porque todas están siendo hechas por su grupo”, anota Sancho.

Como ejemplos, figuran el uso del delito de “traición a la patria”, una figura poco clara con la que se detuvo a decenas de opositores antes de las últimas elecciones.

También está el caso de la reforma “express” a la Constitución para quitarle la nacionalidad a los condenados.

En todo caso, explicó Sancho, dicha figura es improcedente por la Convención Americana de Derechos Humanos.

En su última aparición, Daniel Ortega pidió reformar la Constitución para que su esposa Rosario Murillo sea designada como “Copresidenta de Nicaragua” (AFP)

Mejor sin embajador

Una última observación del análisis de Sancho es que las relaciones entre los países, por ahora, tienen poco margen de mejora.

“No vale la pena enviar un embajador a Nicaragua, eso sería legitimar una dictadura. Mientras no hayan señales positivas de que Ortega y Murillo deseen enrumbar el camino de Nicaragua hacia una democracia plena”, señaló.

“Costa Rica, fiel a su tradición de política exterior no puede ser condescendiente con tener un embajador ahí en Nicaragua”, continuó.

Costa Rica con reservas a Nicaragua

Desde que el jueves por la mañana trascendiera la liberación de detenidos políticos, las autoridades de Costa Rica mostraron su reserva ante los acontecimientos.

“Las noticias que se reciben sobre la salida de prisión de un importante número de esos presos políticos es recibida con cautela pero también con esperanza de una mejora en el panorama político en ese hermano país”, señaló primero la Cancillería.

El viernes, por su parte, el presidente Rodrigo Chaves fustigó las estrategias de castigo, que comparó con una muerte civil.

Pese a los ajustes al otro lado de la frontera, advirtió que no se esperan cambios en la relación diplomática que se tiene con el país del norte.

“La acción del Gobierno de Nicaragua no cambia la posición del Gobierno de Costa Rica con respecto a mantener el estatus actual de la relación diplomática entre los dos países”, expresó.