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“No es de su incumbencia”: así desafía Bukele a la comunidad internacional por destituciones en El Salvador

“Estamos limpiando nuestra casa… y eso no es de su incumbencia”. Con este ácido comentario, el presidente de El Salvador…

Por Redacción El Observador

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“No es de su incumbencia”: así desafía Bukele a la comunidad internacional por destituciones en El Salvador
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“Estamos limpiando nuestra casa… y eso no es de su incumbencia”.

Con este ácido comentario, el presidente de El Salvador Nayib Bukele salió al paso de las primeras críticas tras la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y el Fiscal General de ese país por parte de la Asamblea Legislativa, cuya mayoría apoya la gestión del mandatario.

Desde la noche del sábado, Bukele no ha dejado de utilizar su cuenta en Twitter para justificar su actuar.

Y en muchos casos, para lanzar críticas y cuestionar a sus opositores.

Entre ellos, al director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, de quien dijo “es financiado” por la fundación The Open Society, del empresario y filántropo George Soros. Vivanco señaló que harán todos los esfuerzos para afectar la relación del gobierno de Bukele con Estados Unidos, el Banco Mundial, el FMI y el BID.

“Será interesante ver qué tanta influencia tiene Soros”, dijo el mandatario.

En otro tuit, hizo referencia a las palabras que, años antes, dijo la diputada Carmen Elena Calderón Sol, cuando su partido Arena dominaba el Congreso: “Esta es la democracia… la mayoría manda, te guste o no”.

También tuvo críticas para el representante opositor al actual gobierno venezolano, Julio Borges, quien habló que en El Salvador se estaba viviendo una dictadura.

Bukele añadió que “en El Salvador, nos costó 30 años liberarnos del régimen. No vamos a retroceder ahora”.

Concentración de poder

Esta “limpieza de casa” encendió las alarmas sobre intentos de concentración de poder.

“Condenamos categóricamente este golpe de Estado, avalado por el presidente Bukele y ejecutado por diputados de los partidos Nuevas Ideas, Gana, PCN y PDC”, todos aliados del gobernante, dijeron en un comunicado 25 organizaciones de la sociedad civil salvadoreña, entre ellas gremios empresariales.

“Mediante la cooptación de la justicia pretenden consumar un ya incuestionable proyecto político autoritario en el que todos los poderes responden a una sola persona”, agregaron.

La primera medida adoptada el sábado por la nueva Asamblea Legislativa unicameral, donde los aliados de Bukele tienen 61 de 84 escaños, fue destituir a los cinco miembros de la Sala Constitucional de la Corte Suprema, la más importante de ese tribunal, y nombrar a sus reemplazantes, cuyos nombres ya tenía listos.

La Sala Constitucional, cuya misión es velar por el cumplimiento de la Carta Magna, había contenido varias medidas presidenciales relacionadas con el manejo de la pandemia, la mayoría sobre regímenes de excepción, porque consideró que vulneraban derechos fundamentales de la ciudadanía.

El presidente ha tenido duros calificativos contra ellos y los acusó de no permitirle cuidar de la vida de sus compatriotas.

“¿Dictador? Los hubiera fusilado a todos o algo así. Salvar mil vidas a cambio de cinco [los magistrados], pero no soy un dictador”, ironizó Bukele en agosto pasado.

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“Falta mucho por cambiar”

El Parlamento destituyó también al fiscal general, Raúl Melara, a quien cuestionó por tener filiaciones con el opositor partido derechista ARENA. Entrada la madrugada del domingo eligieron a su sucesor, Rodolfo Delgado.

Tanto los nuevos magistrados como el fiscal fueron escoltados por la policía para asumir sus cargos de inmediato. Luego, el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza, ingresó entre aplausos a la sala de la Asamblea Legislativa.

“Falta mucho por cambiar en nuestro país, pero está claro que no pueden hacerlo todo en un día. Sé que la mayoría del pueblo salvadoreño espera con ansias la segunda plenaria” que se realizará el lunes, detalló Bukele.

Reacciona Estados Unidos

Este domingo, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, expresó la “grave preocupación” de su país por la destitución de magistrados “y señaló que un poder judicial independiente es esencial para la gobernabilidad democrática”.

Según el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, la preocupación se extendió por la destitución del fiscal general, quien, de acuerdo con Blinken, “lucha contra la corrupción y la impunidad y es un socio eficaz de los esfuerzos para combatir el crimen tanto en Estados Unidos como en El Salvador”.

El secretario Blinken destacó asimismo el compromiso de Estados Unidos para mejorar las condiciones en El Salvador, incluso “reforzando las instituciones democráticas y la separación de poderes, defendiendo una prensa libre y una sociedad civil vibrante”.

En tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA), advirtió que “cuando las mayorías eliminan los sistemas de pesos y contrapesos en el marco institucional, están alterando la esencia de funcionamiento del mismo”.

Ante lo ocurrido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió a Bukele “garantizar la separación de poderes y el orden democrático”.

Reacciones de Costa Rica

Costa Rica se hizo eco de las reacciones de la OEA y externó su preocupación por los hechos sucedidos en El Salvador.

“Costa Rica, fiel a su tradición de respeto de las instituciones democráticas, sigue con mucha atención los acontecimientos en El Salvador, y expresa su preocupación por los hechos registrados en las últimas horas”, indicó Cancillería.

OBSERVE MÁS: Costa Rica pide que se garantice institucionalidad democrática tras destituciones en El Salvador

A través de un comunicado, el ente diplomático costarricense, expresó la importancia de la división de poderes para el funcionamiento efectivo de la democracia.

“En ese contexto, Costa Rica exhorta a que se garantice el respeto de la institucionalidad democrática y del Estado de Derecho de El Salvador, mediante el diálogo amplio y transparente entre todos los actores”, agregó Cancillería.

El expresidente de la República, Luis Guillermo Solís, hizo referencia a que el “recetario populista a las disfunciones de la democracia” lleva a un peligroso camino que empieza por asaltar la separación de los poderes y posteriormente otras libertades.

“El Salvador va caminando por esa vía revestida de ‘legalidad’ y legitimidad. Es la vieja historia del lobo con piel de oveja que se ve comporta cada vez más como lobo y cada vez menos como oveja”, dijo el exmandatario.

Desde la Asamblea Legislativa, María José Corrales, jefa de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), también criticó la decisión de sus colegas salvadoreños.

“La democracia se honra y se defiende. Los acontecimientos de las últimas horas en El Salvador son signos del despotismo que pueden acabar con la institucionalidad democrática”, externó.

A su criterio, la comunidad internacional no debe de permitir este tipo de actos impulsados por Bukele. Por tanto, se debe de respetar esa separación de Poderes.

El diputado Eduardo Cruickshank, hasta el sábado presidente de la Asamblea Legislativa, consideró lo sucedido en El Salvador, como “un condenable paso hacia atrás en el fortalecimiento de la democracia”.

“Un país democrático requiere garantizar la separación de poderes, para asegurar la gobernabilidad y el bienestar de sus ciudadanos, y ese es el camino que debe tomar El Salvador”.