Sergio Arce
“No me quiero morir”.
Esta desgarradora frase la lanzó la actriz Shannen Doherty, famosa por sus papeles de Brenda en Beverly Hills 90210 y Prue en Charmed.
Doherty reveló a la revista People que el cáncer no le da tregua y ahora se extendió a los huesos.
En el 2015 fue diagnosticada con cáncer de mama; luego, en el 2020 nuevamente apareció la enfermedad en sus mamas. Y en junio pasado contó que el cáncer había hecho metástasis al cerebro.
“Cuando te preguntas: ‘¿por qué yo? ¿por qué tengo cáncer’ y después ‘¿por qué ha vuelto mi cáncer? ¿por qué estoy en fase cuatro’? Eso te hace mirar por un propósito mayor en la vida. Para mí es una locura que aún no tengamos una cura”, comentó a la publicación, que salió con la noticia este miércoles 29.
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La actriz de 52 años asegura que aún tiene muchas cosas por las cuales desea y quiere seguir viviendo. Tanto que en unos días estrenará un podcast.
“No he acabado con esto de vivir. Ni con el hecho de amar. No he acabado de crear. Ni con la esperanza de cambiar las cosas para mejor. Simplemente, no estoy acabada”, agregó Shannen Doherty.
Doherty añadió que el cáncer no es una sentencia de muerte, aunque insiste en que aún tiene mucho por qué seguir viva.
“La gente asume que esto implica no poder andar, no poder comer, no poder trabajar…: ‘Estás acabado, estás retirado’, y no, no lo estamos. “Somos vibrantes y tenemos una mirada muy distinta del mundo.
“Somos gente que quiere trabajar, abrazar la vida y seguir adelante. Aunque suene cursi y loco, son las personas (con cáncer) que tienen más ganas de trabajar”: “Porque das gracias por cada segundo, cada hora, cada día que logramos estar aquí”, subrayó.
El anuncio de metástasis en el cerebro
En un posteo en Instagram Shannen Doherty dio a conocer que el cáncer se había extendido al cerebro.
“El 5 de enero, mi TAC mostró metástasis en mi cerebro. El 12 de enero se llevó a cabo mi primera sesión de radioterapia. Obviamente, estoy aterrada.
“Soy extremadamente claustrofóbica y en mi vida están pasando muchas cosas. Soy afortunada porque tengo excelentes médicos y un equipo técnico increíble en el Cedars-Sinai (centro médico ubicado en Los Ángeles).
“Pero este miedo, esta agitación, este momento… Así es la realidad del cáncer”, contó.
