Juan Pablo Arias
La parálisis de la actividad económica que provocó la pandemia de COVID-19 en Costa Rica aumentó las necesidades de financiamiento del Gobierno hasta ¢4,3 billones (millones de millones de colones).
Esta cifra es equivalente a $7.566 millones, o lo que es lo mismo, un 12,45% del Producto interno bruto (PIB) esperado para este año.
En el incremento estimado por el efecto del COVID-19 influyen varias variables, como un decrecimiento esperado de la economía del 3,6%, una caída en la recaudación por ¢975 mil millones y un incremento en los subsidios a la población por la emergencia.
¿Cómo financiará Hacienda un 12,45% del PIB? Rodrigo Chaves, jerarca de la cartera, presentó ayer un plan, el cual calificó como “robusto”.
El mismo se basa principalmente en endeudamiento con organismos multilaterales, pero incluye un componente de recursos que ya están en caja y otros que se buscarán en el mercado interno.
Con la nueva composición, la deuda con respecto al PIB pasará del 62,7% originalmente esperado para este año, a un 67%.
A continuación, una descripción de las fuentes de financiamiento para los $7.566 millones que necesitará el Gobierno.
A) $1.105 millones (1,79% del PIB) corresponden a recursos obtenidos en el mercado interno (hasta el 22 de abril). Estos dineros ya se encuentran en las arcas del Gobierno.
B) $1.803 millones (2,92% del PIB) provienen de recursos externos que Hacienda ya tiene “en mano”.
- Préstamo otorgado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) por $500 millones
- Recursos captados con bonos de deuda externa (eurobonos) del 2019 por $994 millones
- Fondos disponibles de otros préstamos ya obtenidos por $309 millones
C) $1.805 millones (2,92% del PIB)vendrían de acuerdos con organismos internacionales
- Préstamo de Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia Francesa de Desarrollo por $380 millones
- Préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por $250 millones
- Préstamo del Banco Mundial por $500 millones
- Otro préstamo de CAF por $380 millones
- Recursos del CAF para atención del COVID-19 por $50 millones
- Recursos del BID para atención del COVID-19 por $245 millones
D) $754 millones adicionales (1,22% del PIB), provendrían de nuevos acuerdos con organismos internacionales
- Préstamo de FMI-RFI por $504 millones
- Préstamo de BID-SDL-Proteger por $250 millones
E) $2.099 millones (3,60% del PIB) se completarían con recursos proveniente del mercado interno, por medio de subastas de valores u otros instrumentos de captación.
En compañía de sus viceministros, Rodrigo Chaves, jerarca de Hacienda, presentó las proyecciones de las finanzas públicas tras el impacto de la pandemia de COVID-19. (Cortesía Casa Presidencial).
“El financiamiento que requerimos en el mercado nacional para el resto del año es menor del que teníamos planeado antes de la crisis, en virtud de que no queremos estrujar al sector privado, esto les permitiría acceder a los recursos disponibles en Costa Rica y no presionará las tasas de interés locales”, comentó Chaves.
El jerarca, además, descartó recurrir a la emisión de nuevos eurobonos para captar recursos desde el exterior.
En su lugar, el Ministerio de Hacienda ha negociado un aumento significativo del financiamiento con los organismos internacionales. “Estos organismos prestan a tasas y plazos muy favorables respecto a cualquier otra opción de financiamiento del Gobierno”, defendió el ministro.
Finanzas en crisis
Con la llegada de la pandemia el Banco Central estimó la proyección de crecimiento para este año a un -3,6%, la segunda mayor caída del crecimiento económico en Costa Rica en 70 años, después de la crisis entre 1981 y 1982.
Según la proyección de Hacienda, si el Gobierno no hubiese respondido con política fiscal a la crisis, el déficit primario hubiese sido de -4,1% del PIB y el déficit financiero de -9,3%. Pero, debido a los gastos extraordinarios para atender la emergencia, el déficit primario aumentaría a -4,8% y el déficit financiero a -10% del PIB.
No obstante, con el plan presentado para cubrir las necesidades de financiamiento, el cálculo se ajusta a un -3,4% del PIB y un déficit financiero no mayor al -8,6%.
