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Andrés Alfaro
Incorporar la natación dentro de nuestro plan de carrera nos permite realizar una sesión de entrenamiento que exige bastante al cuerpo y ayudar a mantener y mejorar la forma física cardiovascular y músculo-esquelética, mientras que la flotabilidad y la ausencia de impactos ayuda a recuperarse y a prevenir lesiones.
Con la natación se logra un movimiento aeróbico sin necesidad de realizar grandes esfuerzos. Al ser añadida en el plan de entrenamiento, nos permite realizar una sesión de intensidad sin el impacto que genera correr.
Ademas nos proporciona más potencia, resistencia y una baja de la frecuencia cardiaca en reposo lo que mejora la eficacia del corazón.
En la natación desarrollamos espalda, hombros, brazos, piernas, pectorales y a la vez que ganamos flexibilidad y estimulamos el estiramiento, aumento de la capacidad pulmonar, se expande el tórax, permitiendo que los pulmones puedan disponer de más espacio.
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En resumen, la natación nos ayuda a mejorar los siguientes aspectos, que a su vez, van a contribuir a mejorar nuestro desempeño en el atletismo y otros deportes:
1. Mejora increíblemente la resistencia cardiovascular.
2. Estimula la circulación sanguínea.
3. Fortalece los tejidos musculares.
4. Nos mejora la postura corporal a la hora de correr.
5. Se desarrolla la flexibilidad, uno de los puntos más importantes a tomar en cuenta por el corredor.
6. Las articulaciones adquieren mayor elasticidad.
7. A la hora de nadar libre, agilizamos y potenciamos el braceo de la carrera.
8. Nos ayuda a mejorar nuestra coordinación.
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