Paula Ruiz
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descartó la hipótesis de que la bebé llamada Keibril haya sido sacada de Costa Rica luego de su rapto, sucedido el 9 de abril.
De esta manera, desmintió informaciones publicadas por medios de comunicación donde incluso se detalló que podía estar en Panamá después de haber mediado un pago.
En abril se barajó esta posibilidad por parte de la policía judicial pero, tras las pesquisas realizadas, declinaron de esta línea de investigación.
“En el caso de Keibril, la investigación que va bien, dentro de las posibilidades reales de la policía. Tengamos en cuenta que casos anteriores que han existido de esta índole, cuando es el progenitor o alguien cercano a la familia, generalmente la persona no ha aparecido y la línea de investigación no va hacia que Keibril haya sido sacada del país, no va por ahí”, dijo Randall Zúñiga, Director del OIJ luego de la oficialización en su puesto.
En julio, el jerarca declaró que aunque si bien, cabe la posibilidad de que esté viva, “la mayoría de las indagaciones que se han hecho nos orientan a que la niña ya dejó de existir”, según expuso a Teletica.com
Zúñiga apuntó a que la dificultad de este caso tiene que ver con la negativa del sospechoso de apellido Casasola, para hablar con agentes del Organismo quienes están trabajando en este caso.
“A pesar de que el Código Penal en teoría lo permite, es ley muerta, yo que ingresé en el 98 (al Poder Judicial) que se generó el nuevo Código Procesal Penal, lo primero que decían los abogados defensores era: no hable con el OIJ y hasta ahí llegaba la posibilidad”, expuso.
“Entonces bajo un esquema seguro, bajo un esquema delimitado, ver la posibilidad si el OIJ puede conversar o entrevistar a estas personas para poder bajo técnicas que no generen vejación en la integridad física de las personas poder generar insumos para que la policía en esos casos muy puntuales en los que corre la vida de un ser humano, máxime de un bebé, que podamos hacer ese tipo de intervenciones”, amplió Zúñiga.
De esta manera, aunque es factible, no se da y esto les imposibilita tener información valiosa para poder tener una reacción “más poderosa”, según expuso.
Por otra parte, el jerarca apuntó a la importancia de contar con recursos que permitan hacer más ágiles estos rastreos mediante drones o aparatos que tengan la posibilidad de detectar el calor de las personas.
Ante esto, indicó que están realizando las gestiones para adquirir equipo de esta índole con miras a posibles casos futuros.
Cinco meses
La tarde del Domingo de Resurrección, su madre, una adolescente de 13 años caminaba con su hija de nueve meses porque andaba vendiendo números para una rifa con el objetivo de obtener recursos para su manutención.
El rapto, que sucedió en Cartago, se reportó días antes de que se fuera a realizar una prueba de paternidad a Casasola, pues en aquel momento se sospechaba que él era el padre de la bebé.
Tras lo sucedido, la policía judicial realizó pruebas de ADN mediante la cual se confirmó que Casasola es el padre de Keibril y padrastro de la menor de 13 años, madre de la niña.
El único detenido es este sujeto, de 33 años, quién actualmente descuenta prisión preventiva.
La Fiscalía lo acusa por tres delitos de violación en contra de la mamá de Keibril, así como un cargo por sustracción de menor de edad.
De acuerdo con el Sistema Costarricense de Información Jurídica, las penas por los delitos son:
- Por cada caso de violación: de 12 a 18 años de cárcel
- Sustracción de menor de edad: la pena va de los 35 a 50 años de cárcel
“La pena será de veinte a veinticinco años de prisión si se le inflige a la secuestrada lesiones graves o gravísimas. Y de treinta y cinco a cincuenta años de prisión, si muere”, señala la instancia judicial.
Sin embargo, la pena máxima en Costa Rica es de 50 años de prisión.
Aunque se mantuvo la búsqueda de la bebé por varias semanas, a finales de abril se suspendieron estas labores.
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La búsqueda de Keibril se mantuvo en varios lugares en Cartago. (Alonso Solano / El Observador)
