Berlioth Herrera
La ministra de la niñez y la adolescencia, Gloriana López, anunció este miércoles que el PANI tiene bajo su resguardo a la niña de 13 años, madre de la bebé desaparecida.
“La prioridad absoluta es hallar a la niña en este momento, primero y la otra prioridad absoluta es preservar la integridad física y emocional de la adolescente que en este momento está bajo resguardo del PANI y donde yo, particularmente, he pedido que no haya televisión para que ella no tenga esta exposición hacia su integridad emocional” fueron las palabras textuales de la jerarca.
Tan solo el domingo pasado, Naedilin, un niña de 13 años de edad, andaba sola por las calles de Santiago de Paraíso de Cartago, vendiendo números para una rifa con su pequeña hija de 9 meses en un coche. ¿Dónde estaba el resguardo del PANI ese domingo?
El Hospital Max Peralta de Cartago afirmó que el 10 de julio del 2022 cuando se registró el nacimiento de la bebé activaron los protocolos de la CCSS para estos casos de madres menores de edad y que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) autorizó que ambas salieran del centro médico.
Desde el Hospital se emitió una recomendación -según dijeron- para que el caso fuera abordado de manera “interinstitucional y prioritaria de forma que se garantizara la protección de la menor y su bebé”.
También en el 2022 el MEP dice que denunció el caso ante el PANI y la Fiscalía.
La gran pregunta es entonces ¿que pasó durante todo este tiempo? porque familiares han salido a asegurar que ambas niñas seguían conviviendo con el ahora sospechoso, no solo de secuestrar a Keibril sino de haber abusado y embarazado a Naedilin. ¿Dónde estuvo el resguardo de estas menores todos estos meses?
Una tía paterna de Naedilin, que se identificó como Yozz García, aseguró que hace unos 3 años ella tuvo a sus sobrinos, Naedilin y su hermano, durante aproximadamente 6 meses pero luego el PANI se lo quitó y se los regresaron a su mamá biológica.
Dijo además que cuando supieron que la niña estaba embarazada, la familia sospechó que el padre fuera el patrastro, ahora preso de apellido Casasola pero que la mamá les dijo que nadie tenía que meterse y a que a nadie le debía importar. ¿Dónde estuvo el resguardo de estos niños?
Más aún, ayer el PANI se llevó a la menor de 13 años que debe estar llorando la pérdida de su hija pero eso sí, sin televisor, a un hogar para resguardarla y ¿qué pasó con los otros dos niños de 10 años y de 2 años de edad. que viven en esa casa? ¿Quién los resguarda en medio de este infierno que está atravesando esta familia?
¿Cuál es el bien superior del menor de edad?. Estar con su familia, pues no, más allá de eso es preservar su integridad.
La historia macabra que se ha comenzado a develar desde el domingo anterior y que nos tiene a todos con el corazón arrugado, pareciera que vuelve a evidenciar ese desinterés con el que se abordan muchos casos en algunas instituciones y señalo puntualmente al PANI. Esta no es la primera vez.
Esta institución requiere, uno no sabe si una cirugía profunda. A veces pienso que lo que necesita es un candado.
Será en este caso que la respuesta de los burócratas es que deben apegarse a los protocolos, la legislación y los procedimientos. Y no será entonces hora de revisar esos protocolos y procedimientos que están costando vidas humanas.
Toda respuesta, en este tipo de hechos se queda corta.
Perdón Naedelín, perdón Keibril. Seguimos como sociedad fallándole a nuestros niños y a nuestras niñas y ese es un pecado capital.
