Josué Alvarado
Durante el trimestre noviembre, diciembre y enero del 2024 la población ocupada de Costa Rica, es decir, la que tiene un trabajo, se calculó en 2.118.409.
Si bien es cierto esto significa un crecimiento en relación con el trimestre móvil anterior (octubre, noviembre y diciembre), no fue suficiente para igualar o superar los registros del año anterior.
En el periodo noviembre, diciembre y enero del 2022 y 2023 la población ocupada fue superior, el número llegó a 2.151.158.
Esto significa que en ese periodo se destruyeron 32.794 empleos, según datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) dados a conocer por el Instituto Costarricense de Estadística y Censos.
Para el trimestre móvil en cuestión la tasa de ocupación llegó a 50,7%. Un año atrás era 53,1%.
Por su parte, la tasa de desempleo se movió de 11,6% a 7,9% al comparar los dos años. Se calcula que la cantidad de personas sin trabajo y que están buscando uno de forma activa (desempleados) llega a 182.819.
La constante reducción de la tasa de desempleo en Costa Rica ha estado acompañada de una baja en la tasa de ocupación, lo que a primera vista podría parecer contradictorio.
Sin embargo, lo que pasa es que la tasa de desempleo baja porque las personas dejaron de buscar un trabajo de forma activa. Si esto ocurre la encuesta deja de contabilizar a la persona como desempleada y se cuenta en otra categoría llamada fuera de la fuerza de trabajo.
Desde setiembre del 2022 la población fuera de la fuerza de trabajo es cada vez más grande. Con excepción de algunos de los trimestres analizados por el INEC casi todos de ellos han crecido en este indicador en comparación con el trimestre anterior.
Las autoridades reconocen que se deben hacer más análisis para determinar las verdaderas causas de lo que está ocurriendo con el mercado laboral costarricense.
Durante los meses las explicaciones han variado sin que se conozca a detalle el impacto de cada una de ellas.
El Gobierno ha preferido señalar que es porque hay una mayor cantidad de personas pensionándose y más jóvenes estudiando. Sin embargo, las reducciones se dan en todos los grupos etarios y no solo en los de los extremos.
El Banco Central considera que una de las principales causas de la contracción del mercado laboral es una menor cantidad de mujeres buscando trabajo o trabajando porque se mantiene el recargo social en tareas de cuido y del hogar, cercenando su oportunidad de insertarse.
Además, el Programa Estado de la Nación encontró que quienes ya tienen un trabajo han aumentado su jornada laboral para compensar la menor cantidad de personas trabajando.
