Sergio Arce
El reloj marcaba las 8:23 p.m. del domingo 15 de octubre: en medio de la tranquilidad de una noche lluviosa se escuchó un estruendo potente que duró más de lo se suele escuchar con un rayo común.
Incluso en redes sociales circularon versiones de que previo al sonido se vio un destello importante. Todo esto ocurrió al oeste de San José.
Berny Fallas, especialista de la Unidad de Descargas Eléctricas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), informó que el rayo cayó en el sector de Pavas, en San José.
Indicó además que el rayo es poco usual, puesto que surgen desde la parte alta de la nube. Generalmente se estima que el 20% del total de descargas eléctricas provienen de esa parte.
Además, se trató de un rayo positivo; es decir, nube-tierra que es catalogado como el más peligroso. Los negativos son los más comunes pero los menos riesgosos.
Potente
El especialista apuntó que ese rayo se escuchó muy fuerte por dos consideraciones: primero, porque tuvo un pico de corriente de 184.000 amperios. “Al desplazarse por más de 10 kilómetros a lo largo de la nube el sonido dura más”, explicó.
Y segundo -agregó Fallas- porque los domingos suele haber menos ruido, por lo que sonido se capta aún mayor.
Fallas dijo que, pese a lo potente del rayo del domingo, la Unidad registró este mes una descarga eléctrica aún mayor de 355.000 amperios.
Rodrigo Castillo, profesor de la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica, contextualizó la descarga del rayo de ese domingo.
El docente indicó que los 184.000 amperios equivalen a iluminar unas 5.000 viviendas durante una hora.
Esto partiendo del hecho de que estos amperios representan 20.249 x 10^6 kilovatios. Es decir: son 20.249 millones de kilovatios, añadió el profesor de la UCR.
O bien, el rayo habría servido para iluminar 500.000 bombillos de 100 watts también durante una hora.
Castillo dijo que el rayo que cayó en Pavas “fue bastante potente”.
