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El campeonato cartaginés o el día que los cartagos se acostaron tarde celebrando

Los que dicen que en Cartago se acuestan temprano es porque no estuvieron ahí la noche del 6 de julio….

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
El campeonato cartaginés o el día que los cartagos se acostaron tarde celebrando
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Los que dicen que en Cartago se acuestan temprano es porque no estuvieron ahí la noche del 6 de julio. Es porque no vivieron la fiesta que varias generaciones soñaron pero no pudieron tener y porque no saben que el Club Sport Cartaginés siempre hace esperar.

Ese día, de hecho, hubo tres esperas.

La primera fue de unos minutos que se hicieron horas. Una vez que el equipo logró en tiempos extra el gol que lo consagraba campeón tocaba esperar el final del encuentro y seamos sinceros… la afición cartaga sabía que en ese lapso aún podía pasar lo peor.

La otra espera fue de varias horas que se hicieron eternas. Terminado el partido seguía la premiación y de ahí el retorno del eqiuipo desde Alajuela. Ese tiempo sirvió por lo menos para el centro de la ciudad se terminara de llenar de aficionados.

Y finalmente estuvo una espera de décadas que se sintieron como siglos.

Desde el 12 de enero de 1941 las camisetas blanquiazules no celebraban un campeonato.

Ante ese nivel de sufrimiento no estaba descabellado terminar creyendo que sí era algo casi paranormal ese nivel de sequía. Ocho décadas sin un título bien podrían explicarse como una maldición por un muñeco enterrado en el estadio o por una celebración sacrílega que terminó con caballos entrando en la Basílica décadas antes.

EL. 3 de julio Cartago ganó el primer partido de la Final en “Fello” Meza. Tres días después llegó el desenlace mágico (Archivo)

Lágrimas de tristeza y de felicidad

Hubo otros momentos en que casi casi…

Desde ese Campeonato de 1940, Cartaginés accedió a 8 finales, pero sobra decir como terminó cada una.

Hubo torneos buenos, otros malos y también estuvieron los pésimos.

En los 80´s el equipo llegó hasta Segunda División y otras veces los partidos en el “Fello” Meza se vivían como una final, pero a la espera de goles que impidieran el descenso.

Cuando fueron buenos tiempos llegaron esas finales, que tampoco fueron tantas.

En 1993 casi casi se logra contra Heredia, pero no se pudo. Lo mismo pasó en 1996 contra la Liga. Casi casi.

Para el 2013 los astros parecían alineados y estuvo el chance de la revancha contra Heredia. El partido de ida se ganó por 3-1 (que sonaba a goleada), pero a la vuelta las cosas no salieron bien. Otra vez casi casi y esa vez el golpe dolió más.

Pero en el 2022, después de cosas tan particulares como una pandemia, se podía esperan todo. Sí, incluso un campeonato de Cartago y así pasó.

En el cementerio también toca celebrar

Una de las preguntas que aun quedan por responder es cómo el Cartaginés siguió conquistando seguidores por varias generaciones pese a no tener su título.

No es exageración. Los abuelos de más edad sí habían a Cartago campeón en su niñez o adolescencia, pero luego estaban los papás, hijos, nietos y hasta bisnietos que lo único que habían recibido por años era bullying y memes al contar cuál era su equipo.

Pero entre cartagos se entienden y sabían que el “Fello” Meza y las casas familiares eran un lugar seguro para gritar los goles brumosos y soñar con el Campeonato que alguna vez iba a llegar.

“Este año sí”, también era una frase típica de los aficionados, muchos de los cuales se murieron sin ver su equipo campeón.

Por eso, al día siguiente de la Final, varias tumbas amanecieron con banderitas del equipo.

La gran mayoría del país celebró el campeonato pero solo los cartagineses de corazón entendían qué tanto significaba y cuán emocionante era el momento.

El blanco y azul tiñeron Cartago para una noche histórica (Archivo)

Los cartagos sí sabían celebrar

Haber esperado tantos años por un campeonato tenía sus ventajas. Una de ellas era todas las ganas acumuladas, que permitió sacarle el jugo a la inédita celebración.

Si de por sí a los cartagos también les tienen pinta de religiosos, quién sabe cuantas plegarias llegaron ese día al cielo. Y tampoco es exageración, no fueron pocos los que lucieron su camiseta blanquiazul en la Romería, pocas semanas después.

Sobre la noche del campeonato, solo queda recordar como hizo vibrar a la Plaza Mayor de Cartago.

En el mismo lugar donde se decretó la Independencia del país dos décadas atrás, una afición y un equipo celebraban su liberación de maldiciones y malos tiempos para alzar una copa por primera vez en más de 80 años.

Los que dicen que en Cartago se acuestan temprano deberían preguntarle a todas las personas que al día siguiente, cuando iban para sus trabajos, fueron testigos de que todavía ahí quedaba gente celebrando cuando el sol había vuelto a salir.

Parte de las celebraciones del campeonato en Cartago (Archivo)