Tomás Gómez
“La violencia de género no tiene edad, nacionalidad, formación educativa ni posición socioeconómica”.
Con esa premisa la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano lanzó una serie de iniciativas para que distintos grupos de mujeres que atraviesan por situaciones de violencia logren superarlas.
La fundación ha organizado varios espacios denominados “Encuentros de liderazgo femenino”. En ellos se visibiliza la violencia que viven las mujeres, tanto en su cotidianidad como en espacios estructurales y políticos.
Además se intenta que sirvan como un espacio de sororidad que promueva el liderazgo de sus participantes para así pasar de la violencia a la resiliencia.
“Este tipo de encuentros tiene un valor importante desde la construcción de sororidad y empatía, tratar de vernos en las otras mujeres, en sus experiencias, y que de ellas aprendamos nuevas formas de romper con esa violencia machista”, detalló Claudia Vargas, oficial de programas de la Fundación Arias.
Dos casos de éxito
La Fundación registra más de 20 encuentros femeninos desde el año pasado. Un ejemplo, que destaca entre las experiencias positivas, ocurrió semanas atrás cuando reunieron dos segmentos disímiles pero, con problemas similares.
Por un lado, estuvo un grupo de refugiadas nicaragüenses y por otro, mujeres peladoras de camarón en Puntarenas.
El espacio abrió un intercambio de experiencias desde la resiliencia, a pesar de sus diferencias socioeconómicas e incluso educativas.
Las agrupaciones, bautizadas por la Fundación como “Mujeres por la paz” en el caso de las migrantes nicaragüenses y “Mujeres mirando al Mar” en el de las puntarenenses, comparten el año 2018 como un momento de inflexión desde el cual han debido reinventarse.
Por un lado, la crisis sociopolítica en Nicaragua que explotó ese año las obligó a las primeras a migrar hacia Costa Rica; y por el otro, la veda del camarón en Puntarenas hizo que las segundas perdieran su sustento económico.
“Así que estas mujeres se encuentran con un punto de salida, la resiliencia como una estrategia de vida y el emprendedurismo como una estrategia económica”, aseguró la oficial.
Sumado a ello, la Fundación brinda herramientas teóricas y prácticas para el desarrollo socioeconómico de sus iniciativas.
