Avenida O

¿Quién mató a Sara?

@Popcorn506 para El Observador Muchos podrían pensar que corren malos tiempos para el mundo del cine y las series porque,…

Por Blog

Tiempo de Lectura: 3 minutos
¿Quién mató a Sara?
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

@Popcorn506 para El Observador

Muchos podrían pensar que corren malos tiempos para el mundo del cine y las series porque, en las últimas semanas – sí, no hablamos de años ni décadas, ¡esto es ENTRETENIMIENTO! – los estrenos parece que nos han abandonado.

Siempre hemos estado acostumbrados a infinidad de opciones en la cartelera de nuestros cines. Pero cuando esto se detuvo, hace ya un año, esas opciones se trasladaron a las plataformas de streaming.

Así que, de nuevo, recurrimos a ellas para que nos rescaten del aburrimiento audiovisual. Y, ¡oh!, nos encontramos ante una serie mexicana que está reventando los índices de audiencia de la gran N roja: ¿Quién mató a Sara?

Con un título tan directo como intrigante, al más puro estilo de los documentales de “true crime” que tanto y tan bien están funcionando en los últimos tiempos, aquí nos encontramos ante un producto televisivo que rezuma descaro y evita cualquier tipo de complejo.

Y, lo mejor de todo, lo hace con unos ingredientes que pueden resultar sorprendentes porque recurren a un lenguaje del que ya casi nos habíamos olvidado, muy presente hace unos años en series y películas y, hoy, cada vez más aislado por la corrección política.

Más que un lenguaje verbal, que, por no ser una producción estadounidense principalmente, hablamos de un lenguaje físico y visual.

Porque aquí se expone todo sin ningún reparo, desde los más básicos estereotipos, llevados a un extremo que casi resulta parodia, hasta los encantos físicos de los protagonistas. Ellos añaden una dosis de atrevimiento, sensualidad y, casi diríamos, travesura que se clava en las pupilas y las neuronas del público sin pudor alguno.

La historia nos lleva, directamente, a quién mató a Sara, una joven que muere durante un pase con sus amigos y su novio, debido a un accidente que resulta difícil de explicar. El momento del accidente es confuso, corría el alcohol y la juventud, y, sobre todo, los rumores.

Los enredos familiares, las luchas de poder y, sobre todo, la gran capacidad económica de muchos de los protagonistas enfrentados hace que nos encontremos ante una serie de conflictos y disputas con bastante amplitud.

Hay pocos límites y muchos recursos. Pero, sobre todo, hay mucha ambición de poder por parte de algunos de los personajes y mucha sed de venganza por parte de otros.

El secreto de que ¿Quién mató a Sara? esté funcionando tan bien se resume en esa ausencia de complejos de la que hablábamos antes.

A pesar de ser una serie estrenada en 2021, aúna lo mejor de los tradicionales culebrones de décadas anteriores para, sin matices ni desvíos, enganchar al espectador en un cúmulo de escenas eslabonadas con un ritmo frenético, continuas sorpresas, enfrentamientos y escenas llenas de pasión.

Es decir, aquí no hay respiro alguno. En cuanto esperamos un pequeño descanso, nos llega otra bocanada ardiente de ficción televisiva al más puro estilo noventero.

Lo principal es descubrir quién mató a Sara y, aunque el protagonista sea uno de los principales interesados, nosotros lo somos más. Y esta intriga no nos suelta casi en exclusiva. Porque el resto de tramas o subtramas apenas adquieren presencia, ni falta que hace.

Esto no excluye otros puntos, más sutiles o involuntarios, que atacan a algunos aspectos de la sociedad que parecen anclados aún en el pasado.

Esa crítica social está presente, aunque, tan estereotipada que puede parecer menos eficaz, casi rozando la parodia. Esto es lo que puede resultar menos logrado del conjunto de la serie.

Pero, sin duda, tenemos que estar bien agradecidos de poder disfrutar de una temporada tan vibrante que, debido al éxito y al interés generado, ya nos tiene preparada una segunda entrega para dentro de muy poco tiempo.