Hermes Solano
El 6 de febrero se eligió, además de los dos candidatos a segunda ronda, los 57 diputados que conformarán la Asamblea Legislativa.
Serán seis fracciones las que conformen el Congreso a partir del 1 de mayo: Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Progreso Social Democrático, Nueva República, Frente Amplio y Liberal Progresista.
Con el PLN y el PSD disputando la presidencia de la República, deberán acceder a mayores gastos de propaganda, a donaciones y movimientos financieros.
Sin embargo, la campaña electoral dejó números interesantes entre las agrupaciones en cuanto a propaganda y colocación de bonos.
En ese primer rubro fue Nueva República, el partido de Fabricio Alvarado, el que más gastó. Según el último estado financiero presentado al Tribunal Supremo de Elecciones utilizó ¢619,9 millones.
De ese monto el mayor gasto fue en anuncios para televisión, con poco más de ¢395 millones.
Alvarado se ubicó tercero en los resultados de las elecciones, quedando fuera del balotaje. Eso sí, el partido logró siete curules, incluida la de él.
En contraparte, el que menos gastó en propaganda a lo largo de la campaña fue el Frente Amplio.
Según el reporte enviado al TSE, el partido de José María Villalta apenas invirtió ¢45,4 millones a lo largo de los cuatro meses de la campaña. Eso sí, habrá que esperar los reportes de febrero para saber si en los últimos días antes de la veda electoral hizo un gasto mayor.
El mayor gasto realizado fue en vallas, con poco más de ¢25 millones.
(Agencia Ojo por Ojo)
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Los otros cuatro partidos
El PUSC, PLN, Liberal Progresista y Progreso Social Democrático, los otros partidos, gastaron propaganda en ese orden.
Es decir, los socialcristianos fueron después de Nueva República los que más incurrieron en gastos de ese tipo con un monto de ¢553,8 millones.
La Unidad tenía altas expectativas de llevar a Lineth Saborío a segunda ronda; sin embargo, terminó en el cuarto lugar con el último corte de resultados y podría ser quinto.
Eso sí, los socialcristianos crecieron en las diputaciones al obtener 11 curules.
Liberación, por su parte, gastó ¢511,7 millones en propaganda que le permitió alcanzar 18 curules y tener a José María Figueres en la disputa por la presidencia.
Mientras tanto, el PLP, con Eli Feinzaig a la cabeza, gastó ¢417,1 millones, siendo la televisión y las vallas los principales agentes de comunicación de su partido.
El Liberal Progresista será una bancada nueva en la Asamblea con seis legisladores electos.
Por último, el partido de Rodrigo Chaves, que dio la sorpresa al colocarse segundo en la carrera presidencial y lograr 9 diputaciones invirtió ¢214,8 millones en propaganda, según el último estado financiero.
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Millones en certificados
Muchos de esos gastos en propaganda se dieron gracias a la venta de certificados de cesión o bonos de deuda política que cada partido puede vender o dar en garantía.
Por ejemplo: el PLN, PUSC, Nueva República y el Frente Amplio solicitaron créditos a entidades bancarias a través de fideicomisos y dieron certificados de Serie A como garantía.
Los tres primeros partidos obtuvieron créditos por más de ¢3.000 millones del BCT y Banco Promerica; mientras tanto, el Frente Amplio dio certificados en garantía por ¢900 millones.
Además, vendieron certificados a particulares. Nueva República reportó colocación por poco más de ¢350 millones a dos personas, mientras que el PUSC colocó ¢82,5 millones.
Mientras tanto, el Frente Amplio colocó ¢25,5 millones en certificados Serie B.
Por su parte, el PLN no reporta en sus estados financieros la colocación de bonos de este tipo.
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Los que más
Los partidos Liberal Progresista y Progreso Social Democrático fueron los que más certificados vendieron.
El primero reportó ¢738 millones, divididos entre ¢445 millones de serie A, ¢177,8 millones en certificados de serie B. Además, colocaron certificados de serie B para medios de comunicación por ¢83,2 millones y de serie D por ¢32,2 millones.
Por su parte, el partido de Chaves colocó ¢741 millones en certificados, de ellos ¢638 millones en enero, del que no se reportaron los compradores en los estados presentados al TSE.
Por eso el Tribunal previno a la agrupación política a presentar los documentos lo antes posible.
