Josué Alvarado
Una herramienta del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), llamada “reloj criminal”, determina que durante el último año se acortó el lapso que transcurre entre un asesinato y otro en Costa Rica.
En el 2022 (de enero a agosto) ocurrió un homicidio cada 14 horas, en promedio. Sin embargo, durante el mismo periodo del 2023, se calcula que la frecuencia relativa es de uno cada 10 horas.
Es decir, el tiempo que pasaba entre un asesinato y otro disminuyó cuatro horas en meses.
Los datos en línea del OIJ señalan que del 1 de enero al 24 de agosto del 2022 murieron 408 personas a manos de sus homicidas. En el mismo periodo del 2023, fueron 575.
La diferencia hasta esa fecha es de 167 muertes. Representa un crecimiento interanual del 29%.
El número de muertes de este tipo en el 2022 llegó a 661.
Gobierno asegura que hay una “contención importante” del fenómeno
El pasado 16 de agosto, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, y el viceministro de Seguridad, Manuel Jiménez, anunciaron una disminución en los homicidios de Costa Rica y señalaron que para ese momento estaban realizando una “contención importante del fenómeno”.
Para justificar esta reducción, el viceministro mostró los datos de abril, mayo, junio y julio del 2023. Según su explicación cada uno de estos meses registró una cifra menor que el mes anterior. Esto es cierto.
La siguiente imagen corresponde a las estadísticas expuestas por el Gobierno y representan los resultados de la estrategia “Costa Rica Segura Plus”:
Datos presentados por el presidente y el viceministro de Seguridad en la conferencia del 16 de agosto (Captura de la transmisión).
Lo que no explicaron es que todos los meses del 2023 siguen superando la cantidad de homicidios que los mismos periodos del 2022.
Además, los datos presentados en pantalla no muestran que en abril se llegó a un récord (85 en total), y que no se ha vuelto a los niveles de finales del 2022 (68 casos o menos por mes).
Para el mandatario, los datos de disminución presentados por el viceministro “hablan por sí solos”. Por su parte, el ministro de Seguridad, Mario Zamora, fue más cauteloso y, en una entrevista con El Observador, dijo que no son números “para tirar las campanas al vuelo”.
Bastaría con que agosto del 2023 registre 71 víctimas para que se rompa la tendencia que el Gobierno destaca y en la que fundamenta la llamada "contención importante".
Del domingo 20 a la mañana del jueves 24 de agosto han asesinado a otras 12 personas. Durante la tarde del jueves se reportaron otros dos homicidios en Limón lo que sumaría al menos 57 víctimas este mes.
Podría ser el año más violento
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, espera que no se cumpla la proyección del OIJ, que prevé entre 850 y 900 homicidios al cierre del año. De esta forma, el 2023 sería el año más violento de la historia.
"Haremos todo lo humanamente posible y deseamos no alcanzar los 900 homicidios, que pareciera que es una cifra estadística a la cual el país pareciera que ineludiblemente íbamos a llegar", dijo en una entrevista con este medio.
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El jerarca explicó que han detectado la participación de menores en el sicariato y, también, la influencia de redes criminales internacionales que están complicando la atención en el territorio nacional.
"Van generando un reino del terror, una dictadura del miedo y sobre esta dictadura del miedo es que se conculcan derechos y libertades de los ciudadanos. Entonces hay personas que ya no salen este a caminar fines de semana o de noche, ya la gente no solo utiliza la casa como lugar de descanso, sino como un lugar de refugio frente a esa criminalidad", comentó.
"La operación de contención está siendo nula", dice exjefe del OIJ
Consultado sobre los resultados de la estrategia presentados por el Gobierno, el criminólogo, catedrático y exjefe del OIJ, Gerardo Castaing, cuestiona que la contención anunciada por el Gobierno se esté dando.
Según su análisis, no se puede hablar de contención si el número de homicidios sigue creciendo, a tal ritmo que se está por alcanzar el total del 2022 y acercarse al pronóstico de los investigadores.
"Yo lo que digo es que el país ya se perdió. Entonces, tenemos que volver a recuperar cada distrito del país", recomendó.
Para esto, dice que policialmente se debe aumentar la presencia de los efectivos a cuatro por turno. Esto requeriría de más presupuesto.
Según Castaing, la "voracidad fiscal" del Ministerio de Hacienda es "patológica" y por esto no le estaría girando a Seguridad Pública todos los recursos necesarios para desplegar una estrategia más eficaz.
La subida de la criminalidad también podría estar asociada a un aumento de la cantidad de hogares en condición de pobreza y pobreza extrema durante el último año. Este es el pronóstico que hacen distintas instituciones económicas y que se corroborará en octubre próximo, con los datos oficiales de Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
