Hermes Solano
Alajuelense se consagró pentacampeón del fútbol femenino costarricense la noche del sábado, al derrotar 4 a 0 a Sporting, en un partido donde hubo necesidad de los tiempos extra.
Ese juego y ese título fueron los últimos para la volante Shirley Cruz, la mejor jugadora que ha tenido Costa Rica. Campeona de Champions League y campeona nacional, la capitana se va feliz de una larga carrera.
A sus 37 años, Cruz anunció que este sería su último torneo como jugadora profesional y ahora, será en el Mundial Mayor en Nueva Zelanda y Australia cuando se ponga los tacos por última vez.
“Antes del juego venía con un nudo en la garganta, era consciente de la final que nos jugábamos. Me siento feliz por la carrera que he tenido y por poder aportar al fútbol femenino”, señaló la futbolista, quien estuvo los 120 minutos en cancha.
Ahora sus planes son otros. Por ahora quiere descansar, para después concentrarse en el trabajo de la Selección Nacional y apuntalar el fin de una exitosa carrera sobre el terreno de juego.
“Espero poder hacerlo más adelante de otra manera (aportar al fútbol femenino), pero ahorita necesito descansar porque la presión que se vive en la Liga es bastante”, reconoció.
“Desde que llegué al país pensé que la situación iba a ser un poco más relajada y fue todo lo contrario, aquí en la Liga siempre hay mucha exigencia”, añadió Shirley.
Épico
Las leonas perdieron el primer partido de la final 1 a 4 en la casa de Sporting, por lo que la remontada parecía difícil, casi milagrosa.
Sin embargo, el equipo de Wilmer López se mentalizó en lograrlo. En los 90 minutos ganaron 3 a 0, con lo que empataron la serie y ya en tiempos suplementarios encontraron el gol que les dio el título.
“Estoy muy contenta, ustedes no saben lo duro que fue salir del partido de ida con un 4-1, creo que ninguna pudo dormir”, recordó Shirley.
“Pasamos la página y mantuvimos el positivismo, a la gente agradecerle por el apoyo que nos brindó y creer en nosotras, nos encantó el recibimiento”, siguió le jugadora en su respuesta.
Cruz no quiso salir del terreno de juego en su último partido, más allá del cansancio y la exigencia que representó. Ella quería estar ahí y agradeció a sus compañeras el esfuerzo.
“Quiero darles las gracias a mis compañeras, cada gol lo celebraron conmigo, logramos lo imposible, lo que se hizo fue algo épico y quiero disfrutarlo”, finalizó.
Shirley levantó el trofeo que las acredita como pentacampeonas, en su último juego en campeonato nacional y a la espera del adiós definitivo, que será en la Copa del Mundo.
