Josué Alvarado
Distintos son los factores que juegan en contra de los deudores costarricenses en la primera mitad del 2022.
Un incremento en las tasas de interés es inminente y el tipo de cambio sigue al alza. Por otro lado, poco a poco vencen las condiciones especiales que habilitaron los bancos por la pandemia y las obligaciones vuelven a la normalidad.
El escenario es empinado para los costarricenses que tienen deudas, principalmente aquellos que las han adquirido en dólares, mientras sus ingresos son en colones.
Pese a ello, representantes del sistema financiero y la supervisión aseguran que Costa Rica tiene las condiciones para hacerle frente a un posible aumento en la morosidad, debido a las condiciones adversas.
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Sistema “en muy buenas condiciones”
La superintendente de entidades financieras, Rocío Aguilar, dijo a El Observador que se mantienen vigilantes de lo que el aumento en las tasas de interés y el tipo de cambio puedan generar en el sistema financiero.
Comentó que los bancos demostraron al final del 2021 que alcanzaron niveles de capitalización suficientes para enfrentar este tipo de riesgos y también buenos niveles de liquidez.
“Yo diría que estamos en muy buenas condiciones para enfrentar este año (…) Posiblemente todo esto se arrastre al año 2023, también”, agregó Aguilar.
Por su parte, el presidente de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), Álvaro Saborío, explicó que el reciente anuncio del aumento en la Tasa Política Monetaria (TPM) provocará sin duda un aumento en las tasas de interés.
La noche de este miércoles la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica acordó aumentar el nivel en 150 puntos base, para ubicarla en 4% anual.
Esta es una medida que busca contener los altos niveles de inflación, otro factor que juega en contra de los ciudadanos debido al alto costo de la vida.
Sin embargo, Saborío coincide con Rocío Aguilar. En sus palabras, los bancos tienen niveles de provisiones bastante razonables para hacerle frente a un posible aumento de la mora.
