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Popcorn506 para El Observador
Hoy nos toca hablar de Spider-Man: Across the Spider-Verse, la última sensación del héroe arácnido que está arrasando en público y crítica.
Qué difícil suele resultar esta alegre combinación. Pero qué satisfecho se siente uno cuando disfruta de una joya de este calibre.
Spider-Man es uno de los personajes que más éxito han tenido, no solo en los cómics, sino también en la pequeña pantalla.
Pero sin duda el bombazo fue su grandísimo traslado a las grandes producciones, hace ya dos décadas, en lo que fue la saga protagonizada por Tobey Maguire primero, Andrew Garfield segundo y, por último, Tom Holland.
Una inesperada y grata sorpresa
Pero la animación, que tan bien había funcionado décadas antes en la televisión, nos regaló una inesperada sorpresa hace tan solo unos pocos años con Spider-Man: Into the Spider-Verse.
Esta adaptación, que se salía de la norma, fue todo un soplo de aire fresco, con propuestas tremendamente originales que funcionaban muy bien en cuanto al humor y el equilibrio entre los distintos personajes.
Pero también por el tono y el ritmo que mantenía durante toda la película, tremendamente adictivo y entretenido.
Tan buenas fueron las sensaciones que hasta los más estrictos fanáticos de la franquicia se rindieron a sus pies y hubo gente que pensó en cuánto más se podía exprimir esta nueva vía.
Pasaron cinco años, pero valió la espera
Han debido de exprimir bien, porque han tardado en resucitarla casi cinco años. Pero lo han hecho de maravilla. Spider-Man Across the Spider-Verse es mejor que su predecesora, al menos un poco.
Por ponernos un poco más en perspectiva de 2018, todavía se consideraba un escalón por debajo a la animación en este género.
Es cierto que alguna de estas películas era muy buena, pero otras resultaban mucho más flojas. Sin embargo, la llegada del Multiverso arácnido le demostró al mundo que cuando se le dedican cariño, recursos y creatividad a la animación, el potencial es infinito.
Todos conocemos ya los reconocimientos: un Oscar a la Mejor Película de Animación y un impacto mundial que ha ganado numerosos seguidores para este Miles Morales animado.
Casi con certeza, esta secuela terminará por romper los récords de taquilla establecidos por su predecesora.
Ahora bien, una vez que asumimos la brillantez y la sorpresa que nos brindó la primera entrega, nos preguntamos qué nos podría dar esta secuela para seguir enamorándonos.
Y es que era normal que surgieran las dudas, ya que los directores no eran los mismos. Este tiempo transcurrido entre una y otra también había supuesto un desgaste debido a la repetición en algunos de sus productos.
Aplausos por esto…
Spider-Man: Across The Spider-Verse es más grande, más ambiciosa, más arriesgada y más valiente que la primera. Y eso merece nuestro aplauso.
Podría haber cumplido con lo básico y buscar solo el beneficio económico sin correr riesgos. Sin embargo, ha decidido expandir el universo de este joven Miles y todo su grupo hasta límites insospechados.
Gwen Stacy ha crecido en términos de peso dramático y en el desarrollo de su personaje. Es más real, auténtica y, sobre todo, cercana al espectador.
La compleja relación que tiene con Miles, y los problemas que surgirán en esta entrega, adquieren relevancia porque entendemos a ambos personajes en la situación en la que el guión los coloca.
Como espectadores, nos acercamos a ellos y conectamos con este juego de espejos que propone la historia.
Lo que realmente importa
Por otro lado, volviendo al protagonista, la película ya no necesita presentarnos al personaje y se centra directamente en las temáticas que están intrínsecamente ligadas al Hombre Araña, como la responsabilidad y el sacrificio.
Aunque la trama multiversal gana mucho peso y ver a tantos Spider-Man en pantalla deleitará a los fans y nos ofrecerá momentos épicos y divertidos, lo que realmente importa es la historia que subyace a todo ello.
Y esa historia es puramente Spider-Man: el chico divertido y alegre que debe enfrentarse a la dureza del mundo cuando este no duda en golpearlo una y otra vez.
La película crece desde el drama, a pesar de tener toques cómicos al igual que su predecesora. Y construir desde el drama es el punto diferencial que hará que mucha gente se enamore de esta secuela.
Wow… y la animación
No podemos dejar de mencionar la absoluta brillantez de la animación. Ya no se trata solo de jugar con técnicas animadas y combinarlas a la perfección.
Eso, en realidad, no deja de ser un poco cuestión de presupuesto y de dedicación de recursos humanos y temporales.
Es que hemos llegado a un nivel en el que incluso los decorados participan del conjunto de la obra de un modo activo.
El uso de colores, formas y sombras hace que, simplemente al observar el fondo por donde transitan los personajes, podamos entender cómo se sienten.
Y esto, queridos amigos, es una muestra de cuánto controlamos cada parámetro y cada aspecto que se muestra en la pantalla para, consecuentemente, controlar cada sentimiento y emoción que se transmite y se percibe.
Lo único que le podemos protestar a esta película es que todavía falta un año para poder ver la siguiente entrega y continuar con esta historia que, estamos seguros, seguirá emocionándonos y haciéndonos levantar de nuestros asientos.
Cuando la película busca la épica, la consigue. Y cuando desea que sintamos la responsabilidad y el sacrificio de Miles, también lo consigue. Risas, emociones y, sobre todo, disfrute. ¡Súper recomendada!
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