Hermes Solano
Este lunes 31 de julio, concluyen las sesiones extraordinarias en la Asamblea Legislativa, en las que el Gobierno tenía la decisión sobre la agenda de los temas a discutir por los diputados.
Es el tercer período de extraordinarias de este Congreso y de esta administración. Para los legisladores, es también el periodo menos productivo.
El proyecto de jornadas 4-3 consumió todo el tiempo de las sesiones del Plenario, junto al de Crimen Organizado, que se aprobó a finales de mayo.
Junto a esos trámites, se aprobaron dos presupuestos extraordinarios pero nada más. Muy poco para tres meses, consideran las diferentes bancadas.
“Hubo una apuesta del Ejecutivo y eso consumió los tres meses, lo que hizo que en el resto de los temas el país quedara estancado”, cuestionó Alejandro Pacheco, jefe de fracción de la Unidad Social Cristiana (PUSC).
“Han sido las sesiones extraordinarias más improductivas de este período legislativo”, añadió el socialcristiano.
El presidente del Congreso, Rodrigo Arias, también considera que la decisión fue una apuesta desde la administración Chaves Robles para avanzar y definir la ley de jornadas excepcionales.
Dice Arias que él le advirtió a Rodrigo Chaves que ese tema iba a consumir todo el período.
“Me parece que el periodo de sesiones extraordinarias fue una apuesta política que hizo el Gobierno, sabiendo que se iba a tomar mucho tiempo. En algún momento, lo conversé con el presidente y le dije que iba a absorber todo junio y julio y así ha sido”, indicó el diputado.
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Sin margen de maniobra
Los diputados consideran que la decisión del Gobierno no dio margen de maniobra para trabajar en otros temas de importancia. Incluso las comisiones estuvieron varadas más allá del tiempo esperado después de su conformación en mayo.
“Han sido sesiones poco provechosas; el Ejecutivo no dio margen de maniobra para avanzar en otras iniciativas. Lamentable, espero que podamos recuperar terreno en las sesiones ordinarias”, consideró el jefe de fracción del PLN, Óscar Izquierdo.
Jornadas 4-3 tuvo 855 mociones presentadas, más sus respectivas revisiones. El trámite de vía rápida se alargó por dos meses.
“No podíamos no dar la discusión de jornadas porque es un proyecto que precariza el empleo en el país y el Ejecutivo sabía que eso iba a entrabar la Asamblea durante esos tres meses. Lo hizo a conciencia y adrede”, consideró Sofía Guillén del Frente Amplio.
Desde el oficialismo, la jefe de bancada de Progreso Social Democrático, Pilar Cisneros, defendió que se dedicara el tiempo al proyecto y aseguró que en lugar de perder el tiempo, lo que se hizo fue invertirlo.
Tuvieron que pelear
En medio de la discusión en el Plenario, los diputados dieron la pelea para que el Ejecutivo convocara los proyectos referentes a la rebaja en el pago del marchamo y también los que buscan sacar a Costa Rica de la lista gris de la Unión Europea.
Definieron crear dos comisiones especiales y a partir de ello, el Gobierno hizo la convocatoria. Ya se están analizando ambos temas y pronto habrá resolución.
“Si revisamos, lista gris y marchamo fueron bajo presión de diferentes fracciones. Es la muestra de la lentitud con la que el Ejecutivo ha venido planteando las cosas en la Asamblea Legislativa”, consideró Izquierdo.
Las sesiones extraordinarias cerrarán este lunes y el martes iniciarán las ordinarias por un período de tres meses, hasta el 31 de octubre. Luego, desde el 1 de noviembre, el Ejecutivo retomará el control de la agenda en el Congreso.
