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Popcorn506 para El Observador
Mike Flanagan es uno de los creadores más meritorios de los últimos años. Solo con pronunciar su nombre, nos vienen a la mente una serie de ideas y conceptos visuales muy característicos.
Él es de los directores que más y mejor han conseguido desarrollar un estilo y una identidad propios en la época reciente.
Por esto es por lo que The Fall of the House of Usher es un cebo irresistible para todos los que hemos probado alguna de sus producciones más recientes.
Su debut en Netflix, con The Haunting of Hill House, fue brillante y, aunque es complicado volver a ese nivel, sus historias, sus personajes y su modo de llevarnos de la mano a través de historias de terror es único.
Una serie a partir de Poe
En este caso, adapta la obra homónima de Edgar Allan Poe, contándonos la historia de los hermanos Roderick y Madeline Usher, propietarios de un imperio farmacéutico que tienen detrás de ellos todo un mundo de ambición desmedida y corrupción.
Pero el dinero no hace la felicidad y lo que sucede en este caso es que la dinastía comienza a desmoronarse cuando los herederos de la familia empiezan a morir uno tras otro.
Como era de suponer, no es una adaptación literal en cuanto a la historia y los personajes, ya que Flanagan traslada las tramas a una época contemporánea y desarrolla los personajes y sus relaciones de un modo más atrevido y profundo.
Pero, aunque crea un mundo nuevo y diferente a partir del material de Poe, lo mejor de todo es que Flanagan consigue mantener el espíritu de la obra original, en cuanto a tensión, suspense, terror y momentos macabros.
El reparto marca la diferencia
Son muchos los elementos que hacen que nos posicionemos a favor de esta serie. Por supuesto, como hemos hablado, el propio estilo de Flanagan es algo que atrae.
Su mágica conjunción entre fotografía y música nos rapta hipnóticamente y caemos irresistiblemente en los matices aterciopelados de esas escenas interiores tan desfasadas como industriales. Tanto es así, que a veces nos parece estar oliendo esos aromas a humedad, a moqueta envejecida y a animales muertos tan propios de Poe.
Pero, incluso abstrayéndose de estas gracias, hay algo que realmente brilla en The Fall of the House of Usher: el reparto.
Y no solo hablamos de nombres conocidos y maravillosos, sino del acierto a la hora de elegirlos. El casting ha sido estupendo y tenemos que agradecer la presencia de gente como Bruce Greenwood, Carla Gugino o Kate Siegel, ya que funcionan a la perfección en cada uno de sus papeles.
No solo nos encajan mentalmente en los roles asignados, sino que saben adoptar cada uno de los matices exigidos para la propia profundidad y evolución de estos.
Análisis profundo de lo más oscuro
The Fall of the House of Usher es un retrato avanzado de lo más oscuro del alma humana. Y esto es lo que hace que la historia, con sus correspondientes variantes y adaptaciones, siga funcionando siglos después.
Esta parte de la psique es algo que resulta misterioso, desconocido y, por lo tanto, atractivo, y que seguirá siéndolo con el paso de los años. Por suerte o por desgracia, hay pocas probabilidades de descubrir a corto plazo cuáles son las razones de que algunas personas se guíen tan ciegamente por la ambición, la traición y la venganza.
Estos temas son más duros y eficientes cuando se tratan con la maestría de un creador como Flanagan, que no solo conjuga aspectos técnicos y visuales a la perfección, sino que le añade un ritmo y un sentido narrativo tan potentes como adictivos.
Son pocos capítulos, a diferencia de otras series que se alargan por temporadas y temporadas. Pero la calidad que atesora ésta hace posible y, sobre todo, probable, que una vez terminada se vuelva a dar al play desde el primer capítulo. Incluso siendo conocida y con el factor sorpresa ya anulado, sigue resultando una serie interesante, divertida y muy gratificante.
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