The Flash: para disfrutarla sin esperar más ni menos que una película de entretenimiento y desconexión

Popcorn506 para El Observador

Llevamos avisando ya desde hace unas semanas de que se avecinaban estrenos potentes por la llegada del verano (en USA y Europa). La palabra avisar no la decimos en sentido negativo, sino con toda la ilusión, porque este tipo de estrenos siguen siendo momentos de disfrute y entretenimiento.

Nos recuerda a esos momentos en los que se acababa el curso académico y el premio era ir al cine después de una época más intensa de estudios o exámenes. Bueno, algunos de los que nos leen tal vez sigan en estos momentos vitales. Es genial, es perfecto, los envidiamos.

¡Disfrútenlo!

Se nos escapa continuamente esta palabra porque creemos que es la que mejor define la sensación que recibimos al ver Flash. Y también porque creemos que es una gran recomendación para los que aún no la hayan visto.

Vayan a disfrutarla, sin esperar más ni menos que una película de entretenimiento y desconexión. De esta manera será como le saques el mejor partido a la película que, como vamos a desgranar ahora, tiene unas cuantas cosas buenas.

Fieles a las historias de ciencia ficción

Más allá de nuestra afición por las películas de superhéroes, somos fieles a las historias de ciencia ficción y muy cariñosos con todo lo que tenga que ver con los viajes en el tiempo.

Sabemos que esto está bastante trillado y es difícil ser original, y Flash no es la película más original a la hora de plantear esto.

Pero no tiene mayor relevancia. Lo divertido son las posibilidades que se abren y el juego que da en lo que se refiere a giros en la historia y personajes, y en ese sentido no le saca poco partido.

Una sensación extraña

Aquí, nuestro amigo Barry Allen decide viajar al pasado para arreglar el fallecimiento de su madre y el encarcelamiento de su padre. Pero, a pesar de que le advierten de las consecuencias que tendría cambiar el pasado, hace caso omiso y termina por desencadenar un escenario terrible en el nuevo presente.

Hasta aquí, todo correcto. Y, ahora, vamos a arrancar con las cosas que más y que menos nos han gustado de la peli, porque necesitamos un poco de transparencia para que nadie se lleve a engaño.

Lo primero de todo, tenemos que confesar que salimos de la sala de cine con una sensación extraña. No la definiríamos como agridulce, sino como algo que nos ha dejado con poco sabor de boca. Porque, no nos engañemos, de aquí se podía haber sacado algo magistral y se nos queda un poco a medio camino.

Probablemente, la principal causa de esto sea que a la película le falta consistencia en cuanto al tono. Un poco más de unidad desde el principio hasta el final, o un hilo conductor que lo llevara con mejor fluidez.

Porque si Flash es un tipo rápido, los cambios del drama a la comedia a lo largo del filme también lo son. Y esto descoloca un poco.

Pero se compensa

Pero, aunque esto es algo presente durante todo el filme, es cierto que se compensa con otros aspectos que sí son muy positivos. Porque los atractivos de la temática centrada en los viajes en el tiempo son un buen gancho, y muchos de los aspectos técnicos también son maravillosos. Esto tanto por su propio nivel como por el acierto a la hora de aplicarlos, en especial esas cámaras lentas y las tremendas escenas de acción.

Aunque, siendo sinceros, hay algunos deepfakes que rechinan un poco. Y es que, con el presupuesto y los recursos que maneja esta gente, creemos que sería exigible ser más estrictos en este sentido.

En lo que concierne al reparto, hay de todo. Parece fácil decirlo así, pero es que, con tal colección de personajes y actores, no es tan complicado conseguir que unos lo hagan bien, otros lo hagan regular y alguno sobresalga.

Michael Shannon, Maribel Verdú o Roy Livingstone cumplen con sus deberes bien, casi por encima de Ezra Miller, al que no sabemos si vemos con ojos objetivos por todos los problemas extralaborales que ha tenido en los últimos tiempos.´

Los destacables

Pero, para destacables, apostamos por dos: Sasha Calle y, sobre todo, Michael Keaton. Qué gusto da ver a la primera ejecutando a una Supergirl muy personal o muy poco predecible. Y también qué placer es ver a Michael Keaton rezumar carisma por los cuatro costados, casi comiéndose la película por sí solo.

En conclusión, una película que está por encima de la media de sus antecesoras, pero que podía haber estado un poco más a la altura de las expectativas.

Es algo que muchos han criticado y que, en el fondo, enriquece el debate. A partir de ahora, veremos qué nos depara todo el universo DC, porque se vienen cosas interesantes.