Blogs

The Gentlemen: Ritchie vuelve a la misma historia y el mismo estilo, pero en formato más largo

Afrontamos la reseña de esta semana con un gran sabor de boca. Sí, no vamos a mantener ningún misterio.

Por Blog

Tiempo de Lectura: 3 minutos
The Gentlemen: Ritchie vuelve a la misma historia y el mismo estilo, pero en formato más largo
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Popcorn506 para El Observador

Afrontamos la reseña de esta semana con un gran sabor de boca. Sí, no vamos a mantener ningún misterio. The Gentlemen merece la pena y todos los que tengan dudas deben despejarlas cuanto antes.

Nosotros también las teníamos, porque, aunque la nota de Guy Ritchie es bastante superior a la media en nuestro conjunto de normas, había dos posibles cuestiones: que esta fuera una de esas fallas en su currículum.

Y que el salto al medio televisivo, cuyo formato y reglas es diferente, podría dejarlo sin sus aciertos principales.

De dónde viene ‘The Gentlemen’

En 2019, Guy Ritchie nos regaló una de sus mejores películas: The Gentlemen, en la que unos señores británicos muy elegantes, y también muy capos de la droga, trataban de vender su negocio a unos homólogos de origen norteamericano.

Como es habitual en el cine de Ritchie, aquí triunfaban unos personajes originales y atractivos, tanto en lo ético como en lo estético.

Y sumergidos en un mundo y una trama que da mucho juego y flexibilidad, y que encajan a la perfección con ese ritmo frenético de narración y montaje de Ritchie.

Ahora, como si fueran a cumplirse los sueños más anhelados de los fans, Ritchie vuelve a la misma historia y el mismo estilo, pero en formato más largo.

Es decir, en lugar de dos horas, son ocho capítulos de premio, con lo que la tensión, el humor y los detalles se multiplican. En otras palabras: si te han gustado los grandes clásicos de Ritchie, como Lock & Stock y Snatch, aquí tienes probabilidades de pasarlo bien.

¿Qué nos trae esta serie como novedades?

Es complicado encontrar el vínculo entre la serie y la película, más allá del nombre y el tema. Esto es, como empieza a conocerse en algunos ambientes especializados, una secuela superficial. Porque ni siquiera es un spin-off. Es, simplemente, una serie cuyo germen es común al de su película homónima.

Tampoco los actores de ese gran reparto de The Gentlemen asoman por aquí. Recordamos con especial cariño a Matthew McConaughey, Colin Farrell, Hugh Grant o Charlie Hunnam.

Pero la serie se lanza a por otros rostros, muy conocidos pero tal vez menos masivos, que seguramente sean tan acertados para el formato como apropiados para atraer a un nuevo público.

El elenco realmente sorprende y atrae

Estamos hablando de Theo James, Giancarlo Esposito, Vinnie Jones y, sobre todo, Kaya Scodelario.

Ella, sin duda, es la que se lleva todas las miradas cada vez que aparece en pantalla, porque el papel le queda como anillo al dedo y sabe jugar con detalles tan sencillos como las miradas directas o indirectas para plasmar un carácter imponente y seductor que puede con todos.

Mención aparte se merece el diseño de producción y, en especial, el vestuario. Los profesionales en este apartado estético son responsables muy directos del éxito visual de la serie, que compagina el estilo clásico y elegante de los británicos, con el punto más extravagante de los que tienen los medios, pero no las maneras.

Las dudas e incógnitas

A partir de aquí, son prácticamente ocho horas de diversión y entretenimiento, no exentos de ese toque narrativo tan especial y personal de Guy Ritchie.

Pero, como es lógico al ser la primera vez, nos quedan las dudas acerca de cómo funcionará esto en caso de alargarse. He aquí una incógnita, por cierto. ¿Se va a alargar? ¿Qué va a hacer Ritchie a partir de ahora?

Siendo honestos, todo vale. Hemos visto series que terminan de forma abrupta, voluntaria o involuntariamente, y hemos visto otras que, bajo una misma franquicia, afrontan historias independientes. Nosotros, de modo egoísta, preferimos lo malo conocido, sobre todo si entre eso malo sigue la gran Scodelario.

Lo que sí es cierto es que, mientras se consiga mantener ese estilo Ritchie, habrá unos mínimos garantizados que permitirán que la serie siga adelante durante dos o tres temporadas más.