Sergio Arce
Popcorn506 para El Observador
La capacidad que tiene el cine para sorprendernos es enorme. Es, prácticamente, igual que la capacidad que tiene la vida para ello.
Porque, en el fondo, el cine forma parte de nuestra vida y los personajes, historias, actores y directores que lo conforman también pueblan nuestros recuerdos más añorados.
Incluso, pueden llegar a influir y determinar alguna de nuestras decisiones y comportamientos a lo largo de nuestras vidas.
Muchos de los que estamos aquí, desde un lado y otro de la pantalla, tuvimos la suerte de disfrutar de grandes momentos del cine reciente desde su propio estreno y en unos años que, para nosotros, marcarían nuestras vidas.
De ahí el amor que profesamos al séptimo arte, gracias a las películas dirigidas por gente como Spielberg, Scorsese o De Palma, y a los personajes interpretados por Tom Cruise, Tom Hanks, Denzel Washington o Brad Pitt, por poner unos ejemplos.
Sí, es cierto que todos estos nombres han gozado de un éxito prácticamente continuo durante los últimos tiempos, en mayor o menor medida, pero siempre presentes y llamando la atención.
La historia del protagonista
Otros, en cambio, pasaron por una época mucho más discreta, prácticamente desaparecidos de la primera plana, a pesar de haber triunfado como actores de taquilla indiscutible.
Y, de repente, la sorpresa que nos da la vida, o el cine. Los dos. Volvemos a ver a Brendan Fraser después de mucho tiempo escondido en algún lugar de Estados Unidos.
Un Brendan Fraser al que recordamos en películas tremendamente taquilleras y divertidas, como fueron George of the Jungle o la saga de The Mummy. Y, también, en películas menos masivas, pero de gran calidad, como fueron Gods and Monsters o Crash.
Y, cuando aparece de nuevo en nuestras vidas o, mejor dicho, en las pantallas de nuestras salas de cine y en los dispositivos portátiles, nos encontramos ante un Brendan Fraser muy cambiado, con un aspecto que hasta llega a preocupar.
Y nos preocupamos y nos ocupamos de saber un poco más acerca de lo que le ha pasado recientemente, para descubrir que ha participado en una prometedora película de Darren Aronofsky titulada The Whale.
Lo que se puede decir de la cinta
The Whale se estrenó hace unas semanas ya en las pantallas de prácticamente todo el mundo y lo primero que podemos decir de ella son unas cosas muy importantes:
- Es una gran película, con un mensaje muy profundo y narrada con total delicadeza.
- Nos encanta ver cómo Fraser explota todo su talento y nos emociona de nuevo, más allá de lo personal, en lo artístico.
- Por último, que la Academia de Hollywood lo ha nominado en la categoría de Mejor actor principal, lo cual es una grandísima noticia.
La historia que nos cuenta la película es una historia dura, sincera y honesta, de las que tocan la fibra.
En ella, Charlie (Fraser) es un hombre que padece una grandísima obesidad y que se dedica a dar clases en línea, aunque siempre ocultándose por miedo a la reacción de sus alumnos al verlo.
Una historia nada extraña
Y es que, además de la inseguridad física de Charlie, también hay una inseguridad psicológica, ya que su vida personal no ha sido nada fácil en los últimos tiempos.
Abandonó a su familia tras enamorarse de otro hombre y, una vez muerto este, cayó en una gran depresión que le llevó a esa tremenda obesidad. Por eso, ahora lo que busca es reconciliarse con su hija Ellie (Sadie Sink), a la que no ve desde hace ya unos cuantos años.
Sin duda, lo más destacable de la película, y para todos va a ser así, es el trabajo de Fraser.
Su talento, su voz y su expresividad sobresalen, y eso que el resto del reparto y de los factores más importantes del filme no son para nada discretos.
De hecho, Aronofsky lleva las riendas con una gran maestría, alejado del carácter provocador que explotaba otras veces. Pero sabiendo manejar todo el potencial de la historia y de los personajes para conseguir que los espectadores se impliquen y se conmuevan como pocas veces sucede.
Así que, con toda la precaución para los que tengan el corazón sensible, ya que puede impedir un disfrute pleno de la obra, no nos queda más que recomendar una película.
Quizás por su historia puede no resultar tan llamativa, pero que hará que el personaje de Charlie y el trabajo de Fraser sí permanezcan durante mucho tiempo en el imaginario colectivo.
