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Popcorn506 para El Observador
Por algún motivo de estos que no sabemos explicar, cuando hablamos –o, mejor dicho, pensamos– en True Detective, nos viene a la mente también Fargo (la serie, claro). Y viceversa.
Será porque iniciaron su andadura en la misma época y porque cada temporada va funcionando de modo independiente en ambas producciones.
La diferencia inicial es que Fargo estaba inspirada inicialmente en la maravillosa película que hicieron los hermanos Coen en los años 90 y True Detective fue una maravillosa sorpresa que nos trajo Nic Pizzolatto.
El frío norteamericano
Pero ese emparejamiento que, inconscientemente, nos hace unir ambas series vuelve a aparecer con la cuarta temporada de True Detective.
No es el frío de Minnesota el que ambienta la trama, sino que es el hielo de Alaska. Y no es Frances McDormand o Allison Tolman la policía protagonista, sino que es una maravillosa Jodie Foster. Para que nos entendamos, hay muchas cosas intercambiables.
Más allá de eso, no. Si tenemos que hablar de qué va esta serie y cuáles son sus armas para enganchar, se distancian lo suficiente como para volver a encontrarnos ante el espíritu de Pizzolatto y no el retintín de los Coen.
El título nos da buenas pistas
Night Country, lo que en español se ha traducido como Noche Polar, nos da una excelente idea de lo que nos vamos a encontrar aquí, que no es otra cosa que un extravagante caso de muertes misteriosas rodeadas de fríos y leyendas polares.
Todo esto aderezado con elementos que distorsionan levemente la realidad, navegando entre aspectos sobrenaturales y recuerdos imprecisos.
Hay dosis deseadas de violencia, acción o, incluso, misterio. Hay, en realidad, muchas cosas aquí que nos han mantenido enganchados.
Sobre todo, la más importante, la necesidad de saber qué es lo que pasa en realidad. Porque, no nos engañemos: uno de los mejores puntos de esta True Detective es la intriga tan bien lograda durante los seis capítulos que tiene.
La trama
Pero, a la vez, creemos que también es uno de los puntos débiles de esta temporada. Según pasan los capítulos, da la sensación de que la preocupación por la trama, por conseguir algo rompedor y diferente, sea excesiva.
Esto lo notamos por la intensidad con la que nos sumerge en el conflicto principal. Esto para no hacernos tan partícipes del pasado o del trasfondo que puedan tener alguno de los personajes, los cuales podrían haber dado aún más juego.
No cabe duda de que hay momentos buenos, casi impactantes, relacionados con ellos, pero seguramente se podía haber ahondado algo más.
Y, además, dejarnos con una sensación más redonda en lo que respecta a sus conflictos interiores, personales, que expliquen o den base a los comportamientos y reacciones.
Perfección técnica
Este punto flaco queda disipado gracias a una perfección técnica que empieza a ser preocupante. En el sentido de que nos estamos acostumbrando a un listón tan alto que luego no vamos a tolerar producciones más humildes.
Y es que el nivel al que llegan la mayoría de estas series es muy bueno. Cierto que no es lo mismo ver una serie en una pantalla doméstica que una gran producción en una pantalla de cine.
Empero también es verdad que los equipos que tenemos en casa hoy en día pueden dejar a la vista fallos que no veríamos en un iPad y, aun así, seguimos abrumados.
Y un reparto a la altura
A la misma altura de ese nivel técnico encontramos al elenco que, en esta ocasión, está capitaneado por Jodie Foster. Un rostro como el suyo, más aún en un papel como este, es un imán potentísimo.
Sabíamos que su interpretación no iba a defraudar a nadie y agradecemos que, después de unos años con un perfil discreto, haya vuelto a la acción con tantas ganas.
A su lado, gente de mayor o menor fama, como Kali Reis, John Hawkes, Christopher Ecclestone y Fiona Shaw, que le mantienen el ritmo y también desprenden un aura poderosa que da consistencia general al producto.
En definitiva, una temporada digna para True Detective, en la que el punto más débil es el más difícil de lograr. Pero, para disfrutarla, lo mejor es olvidarse de que va a ser algo similar a la primera temporada y pensar que tenemos a Jodie Foster protagonizando una potente serie durante seis capítulos. No todas ofrecen tanto.
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