Emilia Malavassi
Para El Observador.El pensamiento de que necesitamos muchas horas al día para verdaderamente lograr cuidar de nuestra relación de pareja está equivocado. Es en las pequeñas cosas que suceden día a día donde radica el éxito o el distanciamiento entre una pareja. De modo que, no necesitamos grandes viajes, no necesitamos dos horas continuas al día: necesitamos una sumatoria de pequeñas cosas que marcarán la diferencia.
Poco a poco iré compartiendo en este espacio ejemplos de cómo con pequeñas cosas podemos lograr grandes impactos en la relación. Hoy he escogido compartir dos momentos en el día rápidos y pequeños a la vez, pero que tienen un gran potencial: los momentos de transición.
La separación y el reencuentro: una transición clave en la relación.Ese momento apurado en que nos separamos para cada uno tener nuestras actividades diarias, es un momento significativo en la relación; al igual que lo es el momento en que luego de todo un día las parejas nos volvemos a encontrar.
La manera en que somos en estos instantes permite sintonizar, o no sintonizar, como pareja; define de qué manera vivirá cada uno el tiempo separados y cómo serán las horas una vez que estemos juntos. Es en esta transición que podemos comunicarle al otro “Sos importante para mí, y espero el momento cuando volvamos a estar juntos al final del día.”
Sin embargo, la realidad es que no prestamos atención a estos momentos, por la precisa de salir de la casa a tiempo o por el cansancio de un largo día, cuando nos reencontramos cada uno está en su mundo y cuando nos vemos no estamos sintonizados.
El Dr. Jonh Gottman ha descrito de muchas maneras como un beso de 6 segundos es lo que necesitan las parejas al separarse y volverse a encontrar aprovechando todo lo que trae ese momento de transición. Un beso de 6 segundos, es lo suficientemente largo, para ser romántico, pero lo suficientemente corto para no atrasar o cambiar el rumbo del día.
¿Recuerdan su primer beso? ¿Y el último? Apuesto que si les pregunto por el primer beso habrá una sonrisa, una historia y muchas emociones con solo el recuerdo. Sin embargo, ¿recuerdan su último beso? ¿Existe la misma nostalgia en recordarlo? Probablemente no.
¿Cómo recuperar el poder del beso? Es posible volver a sentir lo mismo en un beso, es posible que el beso se convierta en un ritual de conexión en la pareja, que sea la oportunidad perfecta para conectar emocionalmente y fortalecer ese vínculo.
¡Acepten el reto! Combinen el poder de las transiciones con el poder de un beso y propónganse como pareja dar un beso de 6 segundos antes de separarse en la mañana y al volver a encontrarse al final del día.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Seis segundos pasan rápido pero el impacto en su relación les aseguró que será grande y duradero. Inténtenlo y recuerden que es en las pequeñas cosas que hacemos la diferencia. Un beso, dos veces al día, 12 segundos en total. ¡Vale la pena!
Emilia Malavassi es psicóloga, especialista en terapia de pareja y familia.
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