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Un “laberinto de obstáculos” provoca que los costarricenses paguen muy caro por su comida

En Costa Rica la leche es un 143% más cara que en Estados Unidos, un 76% más cara que en…

Por Josué Alvarado

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Un “laberinto de obstáculos” provoca que los costarricenses paguen muy caro por su comida
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En Costa Rica la leche es un 143% más cara que en Estados Unidos, un 76% más cara que en España, un 67% más que en Francia y un 27% más costosa en comparación con Chile.

En el caso del arroz, los precios son 112% más elevados que en España, 57% a los de Chile, 47% a los de Francia y 40% a los de México.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) compara los precios del arroz en 48 países y Costa Rica se ubicó en el puesto número 7 con el más alto.

Estos son solo algunos ejemplos de que comer en Costa Rica es muy caro, si se compara con otros países.

Así lo indica un análisis sobre la protección de los consumidores costarricenses. Y el mismo informe dice que uno de los responsables es un “laberinto de obstáculos”.

“Los alimentos en Costa Rica son caros en un doble sentido: en términos absolutos y más aún en relación con el poder adquisitivo de los costarricenses, comparado con el de esas economías de mayores ingresos”, dice el documento escrito por el economista agrícola y aplicada de la Universidad de Wisconsin Jorge Cornick Montero.

El artículo llamado “La comida cara, el pequeño agricultor sin esperanza y el consumidor indefenso” forma parte del compilado “Hacia políticas públicas a favor de la competencia y la protección del consumidor”, una reciente publicación de la Academia de Centroamérica.

“Un laberinto de obstáculos”

El autor menciona una serie de obstáculos, a los que también llama barreras no arancelarias.

Entre ellos mensiona la demora en la emisión de permisos de importación y los procedimientos de inspección, carencias de infraestructura y normas técnicas que solo aumentan los costos del producto importado.

Por otro lado, menciona retrasos tecnológicos y falta de laboratorios para el análisis de plagas y residuos en los puertos de entrada, pues los úncos que existen están en La Sabana y en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

“Mientras las muestras van y vienen, el contenedor sigue en almacén fiscaly los costos se siguen acumulando. El proceso puede tardar días, pero puede tardar semanas”, señala el documento.

Otros de los señalamientos del autor es que las políticas de apoyo al sector agrícola benefician de manera desproporcionada a los empresarios agrícolas, sin dar herramientas a los pequeños productores.

“Los agricultores costarricenses compiten contra sus pares en el resto del mundo, ya sea en los mercados de exportación o con las importaciones al mercado doméstico, utilizando agroquímicos obsoletos, frecuentemente de menor efectividad y peores efectos ambientales que los agroquímicos modernos a los que esos competidores tienen acceso”, escribe Cornick.

Vea el informe completo en este enlace.