Krissia Morris Gray
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En las últimas tres semanas, 6 de cada 10 decesos por covid-19, se registra en personas adultas mayores, es decir, de 65 años y más.
La información se desprende de los reportes semanales realizados por el Ministerio de Salud, analizados por El Observador.
Lo que llama la atención es que, pese a las disminuciones reportadas en casos nuevos, hospitalizaciones y muertes por covid-19, en el caso de los adultos mayores, aparecen con el porcentaje más alto de defunciones.
El Ministerio de Salud registra que:
Del 26 de setiembre al 2 de octubre, de las 227 muertes semanales, el 61,7% se dio en personas de 65 años y más
En lo que respecta del 3 de octubre al 9 de octubre, de las 200 defunciones contabilizadas, el 59% se concentró en dicha población
Mientras que, en el último reporte, del 10 al 16 de octubre que tuvo 178 personas fallecidas, el 60,1% ocurrió en esa población etaria
Es decir, de los casos totales de decesos semanales, 140, 118 y 107, ocurrieron en personas de 65 años y más, respectivamente.
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En julio anterior, las muertes por covid-19 en adultos mayores registró una de las reducciones más importantes desde el arranque de la pandemia, pero luego comenzó la escalada.
La inmunización contra covid-19 arrancó con la población longeva, esto debido a que la mayoría de las muertes se daban en ese grupo.
Luego se siguió con la población adulta mayor.
De acuerdo con información del Ministerio de Salud, de las 6.895 defunciones a causa del covid-19, desde el inicio de la pandemia, 3.905 se registraron en adultos mayores.
En la actualidad, hay 25.681 personas adultas mayores recuperadas del nuevo coronavirus y hay 5.254 casos activos.
Pero…¿qué ocurre?
Haber extendido la vacunación al resto de la población, la presencia de la variable Delta y el hecho de que la mayor parte de los adultos mayores tienen más de 6 meses de haber sido vacunados, serían algunas de las causas de el aumento en la incidencia de contagios y muertes por covid-19.
Así se desprende de consultas realizadas por El Observador a un demógrafo, un epidemiólogo y a un médico.
Para el demógrafo y salubrista Luis Rosero, explicó que la composición de los casos de covid-19 está cambiando, y “ahora son más casos relativamente de adultos mayores”.
Agregó que hubo un momento que representó un 3% de diagnóstico de personas adultas mayores con el nuevo coronavirus, para ubicarse en la actualidad en un 14%.
Dicha situación, a criterio del especialista, repercute en un incremento en la cantidad de hospitalizaciones y con más riesgos de morir, con lo cual se incrementan las defunciones.
“¿A qué se debe eso? Al avance de la vacunación en las personas más jóvenes. A principios de año, antes de la vacunación, tenían mucho peso las personas adultas mayores en el covid-19, en el que el 80% de las defunciones eran de adultos mayores”.
“Con la vacunación, como se vacunó de primero a los mayores, entonces esa proporción bajó y ahora se está volviendo a la normalidad y eso se debe a que están siendo vacunadas las personas más jóvenes”, remarcó Rosero.
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Acomodo y equilibrio
Esta situación fue calificada por Rosero como “un acomodo de la composición de edades de los contagios”, al tiempo que reseñó que esta situación será temporal, pues se está en proceso de alcanzar un “equilibrio”.
“Las defunciones van a caer, pero con una alta proporción, eso sí, de adultos mayores. Vamos a volver a como estaba antes, en el que alrededor del 80% o 90% de las defunciones de personas adultas mayores”, adujo Rosero.
A esto añadió que dicha situación es normal producto al “desequilibrio que se provocó por haber vacunado primero a las personas adultas mayores”, y que como se está en el proceso de inmunización de las personas jóvenes “se recupera el equilibrio que corresponde a la composición real de la población”.
Edad y comorbilidades
Consultado al respecto, el epidemiólogo Juan José Romero aseguró que la tendencia de las personas de más edad infectadas por covid-19 tengan más complicaciones por la edad y debido a que hay comorbilidades frecuentes en este grupo.
Entre los factores de riesgo mencionados por el epidemiólogo se encuentran: diabetes, hipertensión arterial, obesidad y algunas condiciones como el tabaquismo.
Sobre el particular adujo que “es bastante esperable que la tendencia a que la frecuencia de fallecidos en personas sobre los 60 años sean más que en otros grupos etarios”.
"Durante cierto momento fue un poco desplazada esa frecuencia por pacientes más jóvenes, precisamente que no estaban vacunados, por lo que era gente entre los 35 y 58 años que no tenían esquemas completos de vacunación, ni esquemas parciales, estaban siendo muy expuestos y en buena proporción también tenían factores de riesgo", añadió Romero.
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Externó que producto de la situación antes descrita se dio un incremento en la frecuencia de fallecimientos en dicha población y que proporcionalmente se redujo en los adultos mayores.
Pues estos últimos estaban en el "auge de la inmunidad producida por la vacuna y también estaban en el auge de la vacuna cuando no teníamos tanta variante Delta", reiteró Romero.
Sistema inmunológico
A esto Romero agregó que las personas adultas mayores tienen un sistema inmunológico "menos competente" por lo que la respuesta inmune no es tan buena.
"Si se encuentran con el virus, este tiene más chance de infectarlos y por esas comorbilidades y cosas que tienen, a parte de la edad tienen más chance de enviarlos al hospital con casos severos y eventualmente muerte", comentó.
Aunado a la anterior, sostuvo que la pérdida de la eficacia de las vacunas que se están reportando, después de los seis o siete meses de aplicada la segunda dosis, pero esto en especial por una variante que es diferente a la que se encuentra en la vacuna, incide en la situación.
Tercera dosis
Para el médico investigador, Roberto Salvatierra, la situación que se está reflejando con los adultos mayores es producto al impacto de la variante Delta, que es más transmisible y contagiosa que otras cepas.
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Al respecto, fue enfático que se deben tomar acciones entre estas la aplicación de la tercera dosis y, en este sentido, fue claro que el Ministerio de Salud debe replantear la posición de no adelantar la colocación de esta.
Recordó que está comprobado que la inmunización cae luego de seis meses de haber recibido el biológico.
"Hay que considerar, ahora sí en serio la tercera dosis. Sabemos que después de los seis meses tenemos una caída importante en la protección y conforme van pasando más esos seis meses tenemos cada vez más una caída más importante".
"Hasta que llegamos a un punto que es donde necesitamos ir pesando en la tercera dosis. Los adultos mayores cada vez están perdiendo más la protección porque pasa más tiempo; ellos fueron vacunados al inicio y la variante Delta es más agresiva en personas adultas mayores conforme baja la protección", recordó Salvatierra.
Luis Rosero, demógrafo y salubrista dijo que proyecciones realizadas la semana anterior apuntan que el 20% de los adultos mayores tienen más de seis meses de haber completado el esquema de vacunación contra covid-19.
Krissia Morris Gray
