Hermes Solano
La reforma de ley que creó un tope artificial a las tasas de interés, conocida como “ley de usura”, fue impulsada por el diputado Welmer Ramos, actual candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Entre 2020 y 2021, durante el mayor golpe de la pandemia, el nuevo límite generó la expulsión de 180.000 clientes del acceso al crédito que obtenían mediante tarjetas, según lo dio a conocer el Banco Central el pasado viernes.
“Justamente es lo que siempre advertimos que iba a ser el efecto indeseado de esta ‘ley de usura’. Siempre advertimos que esa ley iba a genera exclusión financiera”, dijo Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central.
Ante dicho escenario, el candidato presidencial del PAC defendió la reforma, por considerar que las tasas de interés de las tarjetas “hundían a estas personas y sus familias en un círculo de endeudamiento sin posibilidades de salir adelante”.
Incluso, la semana anterior, durante el lanzamiento de su campaña, Ramos mencionó este proyecto como parte de sus logros en el Congreso.
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Cierre de cuentas
El jerarca del Banco Central informó que una vez entró en vigencia el tope a los intereses, a los deudores que tenían condiciones de riesgo y que solo se podía financiar con tasas por encima del límite, simplemente se les cerraron las cuentas.
Además, reveló que la expulsión de clientes se tradujo en una reducción aún mayor de la cantidad de tarjetas de crédito en el sistema financiero.
Según Ramos, en caso de convertirse en Presidente de la República propondrá un “Plan Nacional de Refinanciamiento de Deudas”.
El informe estadístico de Medios de Pago de 2020, también elaborado por el Banco Central, contabilizó en 272.000 la reducción interanual de tarjetas de crédito con respecto al 2019.
La disminución se refleja en el número de transacciones que se realizó con los plásticos: pasó de 176,6 millones al cierre de 2019 a 127 millones un año después. El monto de los pagos se redujo de ¢5,3 billones a ¢3,8 billones.
