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Wrath of Man (Justicia Implacable)

@Popcorn506 para El Observador Los amantes del cine de acción hemos visto despegar a dos figuras muy propias del siglo…

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Wrath of Man (Justicia Implacable)
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@Popcorn506 para El Observador

Los amantes del cine de acción hemos visto despegar a dos figuras muy propias del siglo XXI. Detrás de las cámaras, Guy Ritchie, un director británico con auténtico estilo propio y muy influyente con alguno de sus primeros títulos. Y, frente a las lentes, el nombre de Jason Statham, también británico y acompañante del director desde sus inicios.

Ambos estuvieron juntos en Lock & Stock y Snatch, que fueron los dos primeros hits, y también en Revolver. Pero, desde entonces, no volvían a formar tándem y esto es algo que ha despertado bastante expectación con el estreno de Wrath of Man.

Hill (Statham) empieza a trabajar como vigilante de seguridad en una empresa de transporte de dinero. Durante un ataque a su furgón, decide presentar resistencia, a diferencia de sus compañeros, y muestra unas capacidades sobresalientes, como si de un soldado de altísima calificación se tratara. Pero ¿por qué una persona como él está trabajando en un puesto así?

La propuesta, básicamente desde el inicio de la película, es ir desvelando esta principal incógnita poco a poco; mientras nos va regalando momentos de acción bastante espectacular en la que, sobre todo, destaca la cantidad de disparos que hay.

Por supuesto, la estrella principal del reparto es Jason Statham, que aquí se muestra como un tipo extremadamente duro, algo que no le resulta difícil, ya que es, esencialmente, lo que se ha dedicado a hacer en los últimos veinte años. Pero su falta de expresividad no importa, sino que, al contrario, se agradece, porque nos permite enfocar la mirada en sus continuos movimientos o amenazas.

De entre todo el reparto presente, destaca la reaparición del gran Josh Hartnett, que llevaba desaparecido un tiempo de la gran escena y que, esperemos, consiga de nuevo papeles como los que le llevaron a la fama hace años.

Holt McCallany es otro de los actores con mayor presencia en esta película. Un papel que, también, le viene como anillo al dedo, lo que no solo nos agrada por cómo lo ejecuta, sino que nos deja advertir un gran acierto en la elección del casting. Y es que incluso los papeles menores, como el de Niamh Algar, Scott Eastwood o Andy García resultan adecuados, nada fuera de lugar y en ningún momento desmesurados.

Lo bueno, tal vez también novedoso para este tándem es que la película va jugando entre dos subgéneros del thriller que se compenetran muy bien: el de la venganza y el de los atracos. Aquí, aunque el principal parece este segundo, la trama de la venganza va equilibrando las tornas, lo que le da un toque especial, y también enriquece al personaje tan potente en lo físico que encarna Statham.

Para los más fieles seguidores del cine de Ritchie y de Statham, sobre todo para aquellos que disfrutaron tanto con las primeras (sabemos que no tanto con Revolver), tienen que saber que no es una película con aquel estilo tan puro y propio de Guy Ritchie. Sin embargo, el buen conocimiento del británico detrás de las cámaras hace más que sostenible esta interesante y entretenida película en la que los que peor lo van a pasar son los espectadores, sufriendo por la tensión que consigue en las secuencias de acción más intensas gracias a su muy acertado ritmo y montaje.

En definitiva, Wrath of Man es un pequeño regalo para todos los aficionados al cine de acción que, aunque no podemos defenderla como una obra maestra del género, sí que podemos recomendar como un conjunto muy interesante de ingredientes apetecibles. Los más sabrosos, Statham y Ritchie, pero sin despreciar la emoción y la intensidad de sus mejores momentos, que, finalmente, dejan un sabor de boca muy agradable. No será la mejor, pero ojalá muchas más fueran así de buenas.