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50% de quienes salieron de la fuerza laboral en último año en Costa Rica no estaba en edad de pensionarse, contrario a lo que dijo el Gobierno

Contrario a lo que el Gobierno de Rodrigo Chaves comunicó días atrás, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)…

Por Josué Alvarado

Tiempo de Lectura: 5 minutos
50% de quienes salieron de la fuerza laboral en último año en Costa Rica no estaba en edad de pensionarse, contrario a lo que dijo el Gobierno
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Contrario a lo que el Gobierno de Rodrigo Chaves comunicó días atrás, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y el Programa Estado de la Nación (PEN) alertan sobre la cantidad de empleos que se están perdiendo en poblaciones jóvenes.

El pasado 7 de junio el ministro de Economía, Industria y Comercio, Francisco Gamboa, reconoció que la participación laboral ha disminuido durante el último año. Es decir, cada vez hay menos personas con trabajo.

Pero el jerarca señaló que esta reducción estaba “absolutamente ligada” al retiro de aquellas personas que se jubilan. Aseguró que esa es la conclusión de un análisis que hizo el Banco Central de Costa Rica (BCCR) con datos del INEC.

Sin embargo, los mismos datos del INEC dejan en duda la hipótesis del Gobierno y del Banco Central.

Mayoría de quienes se retiraron del mercado no cumple con la edad de jubilación

Para el periodo móvil comprendido entre febrero, marzo y abril del 2022 la cantidad de personas fuera de la fuerza de trabajo era de 1.635.313.

Para el mismo periodo del 2023 llegó a 1.832.094. Es decir, en ese año 196.781 entraron a la categoría llamada “Fuera de la Fuerza de Trabajo”.

De las que se retiraron solo 92.393 (46,95%) estaban en edad de pensionarse, es decir, tenían 60 años o más.

200.000 personas se jubilaron, según el Banco Central y el Gobierno 

Pero según los cálculos del Banco Central, y replicados por el Gobierno el miércoles anterior, 221.466 personas se jubilaron en ese periodo y es debido a este grupo que cada vez es más grande el grupo de quienes no tienen trabajo.

Investigadoras del INEC y del PEN no coinciden con esta información.

De hecho, de abril del 2022 al mismo mes del 2023 el grupo más grande de personas que salió de la fuerza laboral tenía entre 25 y 34 años, muy lejos de la edad de pensión que tratan de usar como justificación el Banco Central y el Gobierno.

"Llama la atención de 25 a 34 años es el grupo que está presentando la mayor variación interanual fuera de la fuerza de trabajo (...) Eso sorprende porque precisamente es una población que está plenamente con capacidad para trabajar, para integrarse a la fuerza de trabajo", comentó la experta en temas de empleo y coordinadora del Área de Servicios de Información y Divulgación del INEC, Pilar Ramos.

Para la experta el simple aumento de la población fuera de la fuerza de trabajo es una mala señal y es todavía peor si se da con un descenso del número de personas con trabajo.

Ramos explicó que cuando esto pasa "aumenta la presión sobre los hombros de las personas que sí participan en el mercado de trabajo como personas ocupadas".

La investigadora del PEN, Natalia Morales, tampoco cree que la principal razón por la que disminuye la población con empleo sea la jubilación.

Considera que si estuviéramos en los años 90 existiría la posibilidad, pues los regímenes de pensión permitían jubilarse a edades muy tempranas.

"Ya eso está modificado. A estas alturas mentira que tenemos gente de menos de 55 años que se pensiona. Yo sinceramente esa hipótesis de que la gente se está jubilando no", comentó Morales.

El Observador solicitó detalles de ese cálculo al MEIC, pero refirieron al Banco Central. El BCCR señaló que la persona que generó los datos no está autorizada para hablar.

Los datos públicos del INEC señalan que de las más de 196.000 personas que salieron de la fuerza de trabajo durante el último año un 41,7% tenía primera completa o menos.

El grado académico de un 23,93% era secundaria completa.

 

Por otro lado, fueron ellas quienes salieron de la fuerza de trabajo en mayor proporción durante el mismo periodo en análisis.

 

Tanto la experta del INEC como la del PEN recomiendan un análisis profundo de la conformación de la población que está saliendo de la fuerza de trabajo, de tal forma que le permita a los distintos actores sociales trazar estrategias específicas para cada segmento.

De lo contrario, aseguran que el país seguirá perdiendo personas ocupadas, fuerza de trabajo y, bajo el escenario actual, eso no es ninguna noticia positiva.

Por el contrario, refleja el poco dinamismo del mercado laboral.

Pilar Ramos del INEC explicó que, según su análisis, de abril 2022 a abril 2023 no hubo una reducción significativa en la población con seguro.

Esto quiere decir que quienes salieron de la fuerza de trabajo no contaban con seguro, por lo tanto, se podría concluir que cuando tenían empleo no era un puesto de calidad, o bien, pertenecía al sector informal.

Las posibles razones

¿Cuáles son las razones por las que la población joven está quedando fuera de la fuerza de trabajo?

Las expertas mencionan varias posibilidades, aunque coinciden en que los análisis deben ser más exhaustivos y profundos para poder encontrar las verdaderas razones.

Algunas de ellas podrían ser que la pandemia destruyó del todo algunos oficios informales que no se lograron recuperar. Por ejemplo, las ventas ambulantes de comidas en las cercanías de zonas empresariales.

El aumento en el costo de la vida pudo haber provocado que algunos hogares recortaran la inversión en el pago a empleadas domésticas, lo que tampoco estaría considerando el gobierno.

Micro, pequeñas y medianas empresas pudieron haber cerrado en pandemia y su operación no ha regresado. Los emprendedores podrían estar esperando un mejor momento para volverlo a intentar.

La disminución en inversión social frente al aumento de la pobreza podría estar dejando en desventaja a una población históricamente afectada: las mujeres.

Como es sobre ellas en quienes la sociedad recarga el cuido de los menores y de las personas con discapacidad una cobertura igual o menor de los programas sociales les impide colocarse en el mercado. O si lo hacen, tampoco son puestos de calidad.

La investigadora del PEN señala que la tendencia a la baja en la población ocupada que ha seguido el país durante los últimos "pasa más por un tema de oportunidades".

"Un mercadeo de trabajo no dinámico", dice el INEC  

En la misma conferencia del 7 de junio el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Andrés Romero, presumió de la disminución de la tasa de desempleo al 9,7%.

El INEC recuerda que este fenómeno se está dando al mismo tiempo que disminuye la población ocupada.

Es decir, la tasa de desempleo baja porque la gente sale de la fuerza de trabajo, es decir, porque por distintas razones se retira de la misión de buscar un trabajo, por lo que no se contabiliza como persona desempleada.

Las cifras oficiales señalan que un mes antes de que iniciara la gestión Chaves Robles la población ocupada era de 2.124.978 personas. El número se redujo a 2.084.370 para abril del 2023.

El número de personas desempleadas (es decir, las que no tienen pero sí están en búsqueda de un empleo) disminuyó de 325.050 a 223.741.

"Con esta baja en el desempleo pero porque está aumentando la población fuera de la fuerza de trabajo no es un panorama positivo (...) Esto no está bien visto en términos del comportamiento de un mercado laboral porque indica una pérdida en la dinámica", comentó Ramos del INEC.

"Sin duda refleja un mercado de trabajo no dinámico que no está generando oportunidades de empleo suficiente para incrementar la población ocupada y que podría estar motivando a las personas que perdieron su empleo a que ni siquiera hagan un esfuerzo por buscarlo", añadió.

La tasa de participación (que compara la población en edad de trabajar con la que está trabajando) ha disminuido durante la reciente administración de 60% a 55,7%.

"Es un escenario negativo del mercado de trabajo porque uno lo que desearía es que esa reducción del desempleo vaya de la mano con más personas trabajando y no más bien con menos desempleo, menos personas trabajando y más personas sin generar ningún tipo de producción", comentó la investigadora del PEN Natalia Morales.