Harold Leandro
El panorama que presenta hoy la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) es de estar sumida en un caos que ha hecho metástasis en todas las Selecciones Nacionales, la razón de ser de este organismo deportivo.
Rodolfo Villalobos, quien desde el 2015 ocupa la presidencia de esa federación, se percibe en los últimos meses como un dirigente ausente, que prefiere disfrutar de los goces de la FIFA, transnacional en la que ocupa un alto puesto, y despreocuparse por los problemas de “su finca”.
Mientras todas las selecciones caen derrotadas en partidos amistosos y oficiales, Villalobos no aparece en los escenarios deportivos. Una foto en redes sociales lo muestran recientemente de paseo en las hermosas playas de Mykonos, Grecia
Lejos de él están los graves problemas que reportan los resultados de la Tricolor en la Copa de Oro 2023: Derrota 2-1 con Panamá en el debut y empate sin goles con El Salvador, para ocupar el último lugar del grupo C.
El costarricense Jefry Valverde (22) choca con el panameño Aníbal Godoy durante el debut en la Copa de Oro 2023. La Tricolor cayó 2-1 en Fort Lauderdale, Florida. Foto de archivo.
Un equipo que suma cuatro partidos sin ganar, con un juego medroso, desorganizado, escaso de ideas y sin poder hilvanar jugadas de peligro que concluyan en gol.
En la cancha, se observa un plantel que camina sin rumbo, con un timonel que está seriamente cuestionado y al que, al parecer, solo lo mantiene en el banquillo el elevado monto que se le debe pagar por la rescisión del contrato: $400 mil (más de ¢217 millones).
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Y es que la Sele del colombiano Luis Fernando Suárez no tiene una clara idea de juego, presenta un rosario de falencias y cualquier rival la hace sufrir.
Es evidente el escaso trabajo técnico-táctico del estratega, que se ha mostrado errático en sus decisiones y en la lectura de los partidos.
Así las cosas, el grito de los aficionados de “Fuera Suárez” se hace cada vez más sonoro en las gradas.
Otras selecciones en crisis
Pero este gris horizonte no es monopolio de la mayor masculina. La Sub-23 femenina, dirigida por Patricia Aguilar, fue eliminada de los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 a falta del tercer partido (contra Haití), pues cayó 4-0 con Venezuela y 2-1 con Guatemala (esta última, comandada por la costarricense Karla Alemán).
En ese mismo torneo, la masculina Sub-23, cuyo timonel es Erick Rodríguez, cayó 1-0 con Guatemala, pero pudo enderezar la barca y goleó 6-0 a Jamaica, para cerrar la fase de grupo con victoria 1-0 ante Honduras y clasificar a la segunda ronda.
Con la Sub-23 masculina, ahora dirigida por Douglas Sequeira, la Tricolor quedó en el último lugar del torneo Maurice Revello en Francia, competencia que fue ganada por Panamá.
A ello hay que sumarle que hace años Costa Rica no tiene presencia en los Mundiales Menores, como Sub-17 y Sub-20, tanto en femenino como en masculino.
Este es el reflejo de las selecciones ticas, merced al paupérrimo trabajo de base, abandono de los procesos en ligas menores, con entrenadores nombrados por compadrazgo, misérrima supervisión y sin dirigir la mirada allende el Valle Central para enriquecerse con jugadores de Limón, Puntarenas o Guanacaste.
El presidente de la Fedefútbol se muestra en fotos de vacaciones en Grecia. (Foto tomada de IG)
Presidente ausentista
En medio de este caos, Villalobos, fiel a su desempeño como dirigente, prefirió imponer -una vez más-, la política del “secretismo”, la cual consiste en ordenar que nadie de la Fedefútbol brinde declaraciones a la prensa para explicar los desastrosos resultados.
Como miembro del Consejo Director de la FIFA, Villalobos prefirió no asistir a la Copa de Oro -al parecer arribará para el tercer juego del equipo comandado por Suárez- y viajó a Europa.
Rodolfo Villalobos (derecha) es buen amigo del suizo Gianni Infantino (izquierda), presidente de la FIFA. Foto de archivo.
De esta forma, ni siquiera el jefe de la delegación tica en el torneo, Orlando Moreira, habla con la prensa, mientras que en el Proyecto Gol a todo el que se le pregunta indica que no puede dar declaraciones.
Villalobos se presenta así como un jerarca despreocupado de la crisis que viven las selecciones nacionales e impide que otros dirigentes expliquen las acciones que desde la Fedefútbol se aplican para paliar la situación.
Punto de quiebre
La pregunta que ronda en el ambiente futbolero es por qué Villalobos hoy se muestra sin ningún interés en el balompié costarricense.
En vista de que impera el secretismo y nadie da declaraciones, se imponen algunas razones.
La primera indica que Villalobos ya consiguió el objetivo de todo dirigente, pues alcanzó un puesto en el máximo organismo directivo de FIFA, lo cual lo convierte en un dirigente planetario con gran poder de decisión en las más importantes políticas de ese ente mundial.
Otro elemento, quizás el más importante, es que perdió a su escudero, William Sequeira, quien no logró la reelección como fiscal de la Fedefútbol.
Sequeira siempre apoyó a Villalobos y, como fiscal, no investigó las denuncias que llegaron a su conocimiento. Cuando ya no pudo evitar entrarle a un tema, aplicó el “machote Sequeira”, esto es, eternizar el estudio -alegando que no era empleado pagado de la Federación- y cuando ya no podía atrasarlo más, indicaba que “no se encontraron pruebas suficientes, por lo que se procede a archivar el caso”.
Todavía se desconocen los motivos por los cuales Sequeira ni siquiera se postuló para la reelección. Quizás, Villalobos entendió que no contaría con los votos suficientes y prefirió sacrificar a su fiel gregario y así evitarse una derrota en la asamblea de la Fedefútbol.
William Sequeira (derecha) fue fiscal propietario de la Fedefútbol. A su lado Evert Ortega, quien fungió como fiscal suplente. Foto tomada de Fedefútbol.
Lo cierto es que en su lugar llegó Carlos Ricardo Benavides, quien anteriormente fue ministro de Turismo, Presidencia y Deportes, así como diputado en dos periodos. Este cambio pudo complicar el “juego” para Villalobos.
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Fuerte golpe
Villalobos vio bajar su nivel de influencia en los demás miembros del Comité Ejecutivo y en otros dirigentes cuando aprobó que la Selección Mayor masculina jugara un partido amistoso en Iraq a pocos días de debutar en el Mundial de Catar 2022.
En aquella oportunidad, la selección pasó ocho horas y media de zozobra metida en un bus en la frontera entre Kwait e Iraq, pues las autoridades iraquíes insistían en sellar los pasaportes, mientras los dirigentes ticos aducían que ese requisito fue eliminado para la delegación tica mediante una cláusula del contrato.
Al final, el juego no se realizó, por lo que jugadores y cuerpo técnico de la Sele regresaron a la capital kuwaití, donde levantaron el campamento previo a la copa de Catar.
Para tratar de enmendar el entuerto, Villalobos negoció con dirigentes de Iraq y aceptó pagar la suma de $350.000 (¢212.446.789), por la no realización del amistoso pactado para el 17 de noviembre en la ciudad iraquí de Basora.
Reunión entre dirigentes de Costa Rica e Iraq para analizar el frustrado fogueo entre ambas selecciones. El de la izquierda es Rodolfo Villalobos, presidente de la Fedefútbol, y el de la derecha es Juan Carlos Rojas, jefe de la delegación tica en el Mundial de Catar 2022 y presidente de Saprissa. Foto tomada del Facebook de la Federación de Iraq.
Esta decisión no cayó nada bien en algunos dirigentes, quienes preguntaban que, si como afirmó Villalobos, la culpa del fallido fogueo fue de los iraquíes, ¿por qué Costa Rica debía pagar esa indemnización?
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Pero lo peor salió a la luz el día posterior: Se comprobó que lo de la cláusula de no sellar los pasaportes no era cierto, pues El Observador tuvo acceso al contrato y en él no figura lo dicho por Villalobos, quien se vio obligado aceptar después esta realidad.
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El escándalo alcanzó altos decibeles cuando la prensa destapó que la empresa que organizó este fogueo era Eurodata, una organización de la familia colombiana Pachón (Ricardo, Jairo, Efraín, Efraín hijo, Juan Pablo, y Moisés Pachón) y que Ricardo Pachón era, a su vez, el representante del técnico de la Selección Mayor Masculina, el también colombiano Luis Fernando Suárez.
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Sin duda, esta situación causó incomodidad por parte de algunos federativos que desconocían esta relación de hechos y el conflicto de intereses que conllevaba.
Luis Fernando Suárez, técnico de Costa Rica (izquierda) y su representante, Ricardo Pachón. Foto tomada de Twitter.
Un dirigente afirmó a El Observador: “¿Qué puede evitar que Suárez pida un fogueo ante una selección que sea manejada por Ricardo Pachón, quien es su representante? O, al revés, ¿Qué puede impedir que Suárez rechace un fogueo contra una selección que no es “atendida” por su representante Ricardo Pachón?”
Pachón acapara partidos
Medios de prensa costarricenses, como El Observador, denunciaron que la empresa Eurodata -en la que figura Ricardo Pachón, representante del técnico Suárez- acaparaba la organización de los partidos que realizaba Costa Rica, tales como contra El Salvador, Corea del Sur, Uzbekistán, Nigeria e Irak.
La intermediación en estos partidos reporta ganancias sustanciosas para los empresarios que son comisionados por las federaciones nacionales para llevar a cabo toda la logística de los encuentros.
Además, Nigeria disputó el 9 de noviembre del 2022 en el Estadio Nacional el partido de despedida de la Sele antes de Catar 2022, pero El Observador y otros medios lograron comprobar por las fechas de nacimiento de los futbolistas africanos, que no se trataba de una selección Mayor sino una Juvenil.
El único jugador de la planilla nigeriana mayor de 23 años era Samuel Kalu, delantero del Watford de la Segunda División de Inglaterra, quien nació el 26 de agosto de 1997, por lo que en esa fecha tenía 25 años.
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Aparece un contrincante
Ante el desgaste de Villalobos -la versión futbolera de lo que fue Jorge Nery Carvajal en el olimpismo costarricense- la dirigencia comenzó a buscar opciones y lo encontró en un “outsider”.
Se trata de Osael Javier Maroto Martínez, quien apenas hace cuatro años llegó al equipo Sporting, con el que mantiene un bajísimo perfil (ni siquiera cuenta con redes sociales) y logró ascenderlo a la Primera División, liga en la que se ha convertido en gran animador.
De Maroto, quien a sus 50 años es reacio a dar entrevistas, se sabe que fue dueño -junto con su hermano José- de la empresa Mayca dedicada al comercio de alimentos a cadenas de comidas rápidas y que luego vendió a la estadounidense Sysco Food Service, operación que representó -al parecer- mucho dinero.
Osael Javier Maroto Martínez es el presidente de Sporting, equipo de la Primera División de Costa Rica. Foto de archivo.
El éxito que ha obtenido Maroto con Sporting le ha hecho ganar adeptos entre los dirigentes de las ligas que componen la Fedefútbol y que eligen el Comité Ejecutivo.
Para muestra un botón: La Unafut acordó el miércoles 28 de junio que sus doce votos serán para este dirigente, una unanimidad nunca antes alcanzada en la Primera División, la más importante del fútbol tico.
De esta forma, a Maroto solo le faltan cinco votos para obtener la mitad más uno de los 32 asambleístas para conseguir el puesto, algo que se prevé fácil, dado que entre las otras ligas cuenta con buen ambiente.
Si este panorama se materializa el próximo 25 de agosto, día señalado para elección del nuevo Comité Ejecutivo, es posible que Villalobos -tal como lo hizo con Sequeira- ni siquiera presente su nombre para la reelección.
Claro que nada es seguro en una votación en el máximo organismo del fútbol costarricense, cuya característica histórica es que a última hora se presentan pactos, acuerdos, virajes y promesas poco edificantes, casi siempre con puestos, viajes, hasta uniformes de por medio.
Elecciones en la Fedefútbol
Estas son las ligas y la cantidad de representantes que conforman la Asamblea de la Fedefútbol y que elige el Comité Ejecutivo.
- Unafut (Primera División): 12
- Liga de Ascenso (Segunda División): 7
- Linafa (Fútbol Aficionado): 6
- Uniffut (Fútbol femenino): 3
- Lifutsal (Fútbol sala): 2
- Lifupla (Fútbol playa): 2
- Total: 32
Calendario federativo
Estas son las fechas claves para la elección del comité ejecutivo de la Fedefútbol.
- 5 de julio: Se abre la recepción de candidaturas.
- 19 de julio: Se cierra el periodo de recepción de candidaturas.
- 25 de agosto: Asamblea general en la que se hará la elección.
Harold Leandro
