Juan Pablo Arias
La confianza de los consumidores costarricenses llegó en febrero pasado a su punto más alto desde mayo de 2014, informó este miércoles la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El resultado proviene de la I Encuesta del Consumidor 2023, elaborada por la Unidad de Servicios Estadísticos de la Universidad.
De acuerdo con los resultados, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) creció de forma consecutiva e incrementó de 44,0 puntos en noviembre a 47,8 en febrero, con lo que alcanza la mejor nota desde mayo del 2014.
“Con este resultado, parece quedar atrás el comportamiento irregular que mantuvo este índice durante los años más crudos de la pandemia”, indicó la investigadora Fernanda Alvarado.
En total, se entrevistó a 717 personas mayores de 18 años de todo el país y con teléfono celular.
La encuesta se realizó entre el 2 y el 15 de febrero de este año. El error de muestreo se sitúa en ±1,8 puntos para el ICC y en ±3,7 puntos para porcentajes, con un nivel de confianza del 95%.
Según el informe de la Encuesta, hay varias razones que justifican esta mejora sustancial.
El primero es la reducción de la inflación, que se ha visto erosionada en los últimos meses, principalmente gracias a la baja en el tipo de cambio del colón con respecto al dólar y al descenso en el precio de la gasolina.
Además, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) publicadas el pasado 2 de marzo, el desempleo también se redujo de manera interanual: unas 31.000 personas lograron colocarse en algún trabajo entre inicios del 2022 y comienzos del 2023, con lo que la tasa de desempleo volvió a bajar también ligeramente y se sitúa ahora en 11,8 %.
“Este factor hace que la población con poder adquisitivo aumente y, por lo tanto, haya un mejor panorama para el consumo”, indica el informe de la Encuesta.
Pese al incremento, la economía nacional aún no adquiere una percepción de estabilidad desde la población, la cual se certifica a partir de los 50 puntos en esta medición.
Más optimistas y "ambivalentes"
La mayoría de las personas se sigue percibiendo como ni pesimista ni optimista (definidas como ambivalentes), pues suman el 55,4%, 3,3 puntos porcentuales más que en noviembre.
Otro porcentaje que también aumentó, como era de esperar según el ICC, es el de los consumidores optimistas, que pasaron del 21,3 % en noviembre al 25,2 % en febrero (incremento de 3,9 puntos). En cambio, los individuos pesimistas se redujeron nuevamente y pasaron del 26,7 % a finales del año pasado a un 19,4 % en esta última medición (-7,3 puntos).
Si se desagregan estos datos por sexo, se observa que las mujeres, con 43,6 puntos, siguen teniendo menor confianza en su consumo que los hombres, quienes registraron 52,6 puntos (un aumento de 5,2 puntos con respecto a los 47,3 de noviembre).
Si se considera la edad, las personas con un mayor incremento en sus expectativas son las que tienen entre 35 y 49 años, donde su ICC subió de 43,5 a 48,7 puntos en febrero.
Por nivel educativo, quienes muestran mejores ICC son las personas con estudios de secundaria, con 51,1 puntos (+3,2 puntos con respecto a noviembre), y con similar puntaje quienes tienen estudios universitarios (51,0, estable con respecto a noviembre).
Aquellas con estudios de primaria también mejoraron su índice, alcanzando los 42,4 puntos (+4,9).
Como es de suponer, la población que percibe ingresos superiores a los 500 mil colones tiene un mejor ICC (55,5) que quienes reportan salarios menores a esa cifra (42,1). Sin embargo, cabe destacar que este último grupo mejoró su percepción en comparación con la encuesta previa (+4,2 puntos).
