Allan Arroyo
En una operación llamada “Firmeza,” las policías de migración de Costa Rica y Panamá detuvieron a los integrantes de una banda dedicada al tráfico ilegal de migrantes.
En territorio canalero se reportaron 16 detenidos, mientras que los allanamientos en Costa Rica dejaron tres detenciones.
La Dirección General de Migración reportó acciones policiales en unas cabinas ubicadas en Paso Canoas, zona fronteriza con Panamá, y en un hotel en Barrio México, San José.
En estos lugares se localizaron casi 70 extranjeros de diferentes nacionalidades, entre ellos: ecuatorianos, nicaragüenses, venezolanos y colombianos, además de personas de la India y Sir Lanka, junto a diez menores de edad de Venezuela y Ecuador.
Así operaban
Las investigaciones conjuntas entre Panamá y Costa Rica concluyeron que los extranjeros ingresaron vía aérea, en su mayoría desde Cuba, India y Nepal, a territorio panameño con ayuda de funcionarios de ese país.
Luego son llevados a la frontera con Costa Rica, para cruzar el territorio nacional con el fin de seguir su camino hasta Nicaragua y luego a los Estados Unidos. Todo esto a cambio de altas sumas de dinero.
Los detenidos quedaron a las órdenes de las fiscalías de ambos países, con quienes se coordinó la intervención.
Por su parte, los extranjeros rescatados quedan bajo las órdenes de Migración para los trámites correspondientes y posible deportación.
