Katherine Ulate A.
Las craneotomías con prótesis 3D de biopolímeros van ganando terreno en el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia. Son 23 casos los que se registran desde el 2017 y hasta la fecha.
Y se estima que este año cerrará para ese centro hospitalario con 40 casos tratados. Así lo indicó Erick Vargas, jefe del servicio de Maxilofacial del Calderón Guardia.
En este momento, hay 18 pacientes ya programados para ser intervenidos en los próximos meses con craneotomías con prótesis 3D de biopolímeros.
Estos procesos se realizan a pacientes con lesiones severas a nivel craneal y se consideran una verdadera “salvación” para la persona.
“Son procedimientos de salvación del paciente” ya que las lesiones pueden darse por “un aumento de la presión que va a sufrir un trastorno en la dinámica del líquido cefalorraquidio y el paciente no sólo va a tener un daño estético si no en su calidad de vida”, indicó Vargas.
Vargas explicó que cada prótesis es confeccionada en Florida, Estados Unidos, y tiene un valor cercano a los $10.000. Las mismas se adhieren al cráneo con placas y tornillos de titanio.
Procedimientos en evolución
Inicialmente en los procedimientos de craneoplastías se practicaba con prótesis de acrílico elaboradas de forma empírica en el hospital; luego, evolucionó a la colocación de mayas, placas y tornillos.
Sin embargo, la durabilidad de la prótesis no era la idónea para el paciente.
Debido a esto, autoridades del centro médico decidieron utilizar el material de biopolímero en diferentes formas. Es decir, prótesis perforadas o sólidas de acuerdo a la necesidad del paciente.
La empresa encargada de la fabricación en Estados Unidos, es KLS Martin y distribuido en el país por Euro Ciencia.
Sin embargo, Tacio Alelos, director General del hospital, comentó que una de las metas del centro es contar con impresoras 3D y con esto demostrar “la lucha que tenemos de traer lo mejor”.
Primera paciente con prótesis 3D
Georgia Nella Rodríguez tiene 52 años, es madre de dos hijos y vecina de Barrio Córdoba, San José. En el 2005 se sometió a una cirugía debido a un tumor en el hemisferio izquierdo de su cerebro.
Ella asegura que el hundimiento fue más notorio con el paso del tiempo y la llegada de la prótesis le cambió la vida.
“Cuando el doctor me dijo que iba a ser internada, yo saltaba de la alegría y me sentí feliz porque ya no me iba a ver tan afectada”, comentó Rodriguez al recordar su proceso.
Rodríguez esperó cuatro años para recibir la prótesis debido a que el proceso de realización requería de tiempo. Durante este periodo utilizó pelucas para cubrir su herida.
“Me siento feliz, realizada; como si hubiera cerrado una etapa de mi vida en la que me sentía mal”, confesó la paciente.
Actualmente, Georgina Rodríguez acude constantemente a consultas de valoración.
Katherine Ulate A.
Mi curiosidad nació en la música, se desarrolló entre palabras y se alimenta de los acontecimientos. Siempre hay algo que decir, algo que escuchar, algo que informar, pero, sobre todo, algo que cuestionar.
