Con el debido impulso y el valor agregado, el agro se ha convertido en el principal motor económico de Países Bajos, un modelo que se ve como aspiración para la situación costarricense.
De momento, sin embargo, lo que aparece en el horizonte son desafíos y es por ello que el gremio alzó la voz este lunes por diversas áreas en las que se necesita ayuda.
El dirigente Guido Sibaja apuntó que los problemas vienen desde hace décadas, pero cada vez hay más estrechez.
“Comienza a devorar a grupos económicos de antaño pujantes”, indicó. “La deuda histórica con el sector agro es descomunal”, sumó.
Sibaja alertó que de no levantar la producción, la opción recurrente es la importación.
Una visión de exministros
En la jornada de este lunes estuvieron presentes varios exministros de Agricultura y Ganadería, que se pronunciaron sobre posibles enfoques de las políticas públicas para la parte productiva.
José María Figueres – jerarca de 1989 a 1990- aseveró que debían buscarse opciones para la competitividad. “No vengo a criticar políticas del Gobierno”, indicó el también expresidente de la República, quien propuso ver el ejemplo holandés que da valor agregado a sus cosechas.
Llamó también la atención con el concepto de “seguridad nutricional”, que amplía la lectura de la seguridad alimentaria para garantizar el aporte de la comida.
Por su parte, más amplio fue Ricardo Garrón, ministro en la década de 1990.
Su intervención se centró en las medidas de investigación, subsidios, seguros y aranceles que aplican los países más desarrollados para el sector agrícola. “Vamos exactamente en sentido contrario”, respondió sobre Costa Rica.
Garrón también puso sobre la mesa el golpe que está representando la situación del dólar, tanto en la producción para consumo nacional, como en aquella destinada a la exportación.
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