Rodrigo Díaz
Tras registrar máximos la semana pasada, el tipo de cambio continuó este lunes la tendencia a la baja que se dio a partir del viernes.
La venta de la divisa en los bancos y entidades financieras cerró el jueves entre ¢672 y ¢673 el jueves, unos ¢20 por encima del valor con el que comenzó el año.
El viernes, la devaluación cedió ligeramente terreno, y este lunes se confirmó la tendencia con una apreciación de la divisa local que rondó entre los ¢3 y ¢4 por cada dólar.
En el mercado de monedas extranjeras (Monex), el dólar cerró con un promedio ponderado de ¢660,31, una disminución de ¢2,71 con respecto al viernes.
Además, el volumen de negociación fue relativamente bajo de $11,9 millones. El Banco Central compró $6,5 millones por operaciones de estabilización o necesidades del sector público no bancario, según explicó la Bolsa Nacional de Valores (BNV) en un reporte a la prensa.
Varios aspectos podrían explicar la tendencia.
Un desembolso por casi $285 millones provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) en asocio con el calendario de declaraciones de renta por parte de las empresas al Ministerio de Hacienda, provocó que los bancos presentaran una condición superavitaria en sus ventanillas, según el reporte de la Bolsa.
Fin de incertidumbre política
Por otra parte, la elección de Rodrigo Chaves como presidente de la República habría puesto fin a la incertidumbre que presentaron algunos agentes económicos, explicó el analista económico Daniel Suchar.
El experto considera que esta incertidumbre tuvo algún efecto en los días previos a las elecciones.
Por su parte, el economista Alberto Franco ve muy prematuro relacionar la baja del dólar con la situación política.
"Para concluir si el resultado de la elección tiene un peso en la ecuación, tendremos que esperar a tener más información sobre el posible equipo del nuevo gobierno, y sobre las prioridades y el curso probable de sus políticas macroeconómicas", señaló Franco.
Otro efecto que explicaría la baja sería la cercanía de la Semana Santa, por el ingreso de turistas y la entrada de más dólares a la economía.
Para Suchar, el tipo de cambio debería bajar unos 15 colones a partir de sus máximos por encima de ¢670 y establecerse en alrededor de ¢655.
Sin embargo, otras variables seguirán presionando la devaluación del colón como los precios del petróleo, que continúan por encima de los $100 por barril y el encarecimiento de las materias primas.
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