El delicado trabajo de los perros del OIJ que usted ni se imagina y que es la “envidia” fuera de Costa Rica

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cuenta con una Unidad Canina altamente especializada, tanto que su labor es la “envidia” fuera de Costa Rica.

No solo se le reconoce la diversificación de áreas en las que los perros trabajan de la mano de sus guías desde 1996.

Por ejemplo: hidrocarburos, drogas, sangre, semen y restos humanos. Y partir del 2023 lo harán en una nueva especialidad: olor humano forense.

Pero, ante todo, se le aplaude el trabajo que estos canes hacen al amparo del Laboratorio de Criminalística Especializado en Búsqueda de Evidencia Traza, más conocido como Lacebet, ubicado en el complejo judicial en San Joaquín de Flores, en Heredia.

Tanto así que funcionarios judiciales de Honduras, México e Inglaterra han venido a Costa Rica para conocer el quehacer de esta sección de la Unidad Canina y, además, llevarse el conocimiento para replicarlo en sus países.

La precisión, el gran don de los perros

Karen Campos, laboratorista y criminalista, explicó que el Lacebet -cuyo moderno centro lo donó la embajada de Estados Unidos en Costa Rica- se nutre del trabajo que se hace desde el área canina así como de la investigación.

Este laboratorio se especializa, entre otras cosas, en la búsqueda de sangre latente en sitios modificados.

Esta es la sangre que ya no es visible a los ojos humanos porque las áreas fueron lavadas, pintadas o hasta cambiadas. Sin embargo, los perros tienen la capacidad de detectarla, incluso hasta meses o años después del suceso a investigar.

Campos indicó que gracias al trabajo de Alejandro Castillo, director de la Unidad Canina, y Tatiana López, bióloga y criminóloga, se estableció que los canes tienen una capacidad de detección que supera, incluso, el número de hallazgos de las pruebas de luminol.

Explicado más sencillo: las pruebas de luminol logran detectar restos de sangre hasta en 262.144 partes (sangre diluida en agua). Los perros tienen una capacidad de detección de hasta 8,3 millones.

Pero, además, los perros logran identificar con un alto nivel de precisión sangre humana por encima de sangres de otras especies como los animales.

¿Cuáles beneficios logra el olfato de los perros?

1. Alto nivel de precisión (los canes dicen el lugar exacto donde está la muestra así como el hecho de que solo detecta sangre humana)
2. Ahorro en tiempo de atención
3. Maximización de recursos, en especial de reactivos como el luminol
4. Facilidad para trabajar de día (antes solo se podía de noche por el uso del luminol).

Resultados sirven como prueba en un juicio

La técnica que se usa con los canes está validada científicamente gracias a una metodología comprobada sobre sus resultados.

Campos indicó que todas las respuestas que dan los perros pueden ser repetibles y son demostrables.

Cada una se documenta y revela todas las capacidades que tienen estos animales para detectar con exactitud la sangre latente (no visible).

Incluso, los resultados de los perros sirven como prueba ante un juez. “Es una prueba que está respaldada científicamente y documentada acerca de la validez de los resultados. No es algo antojadizo”, apuntó la especialista del Lacebet.

Casos insólitos

Castillo y Campos contaron algunos casos en los que se logró hallar evidencia importante, pese a los esfuerzos de personas implicadas para evitar ser descubiertas.

1. Un carro implicado en el atropello y muerte de una señora en una provincia de la Gran Área Metropolitana llegó hasta el Lacebet poco menos de un año después del suceso. El carro había sido lavado y pintado, pero uno de los perros logró dar con restos de sangre latente.
2. Un perro logró dar con restos de sangre que estaban impregnados en la pared del patio de una casa donde ocurrió un crimen. El muro no solo había sido pintado sino que tenía encima un revestimiento.
3. Los canes de la Unidad lograron dar con muestras de sangre no visible en la sala de una casa donde se cometió un crimen. Esto pese a que una familiar intentó hacer creer que el hombre se quitó la vida en el cuarto. En este caso las pruebas de luminol corroboraron lo que los perros detectaron: el hombre fue arrastrado desde la sala hasta el cuarto con ayuda de otra persona, quienes intentaron borrar la evidencia lavando la casa con cloro y jabón.