Krissia Morris Gray
El sorteo de la lotería navideña, más conocido como el Gordo Navideño, aumenta la ilusión de pellizcarle un pedacito a la suerte, aunque hay quienes van por todo y hacen el esfuerzo por comprar el entero.
Pero sin importar la cantidad de fracciones adquiridas, los compradores lo hacen para cumplir un fin específico muy fuerte.
Los compradores se ilusionan con la posibilidad de comprarse una casa, que es el sueño más importante para muchas personas.
También están los que quieren “darle al gordo” para salir de deudas, adquirir un carro, hasta ir de viaje solos o con la familia y compartir su alegría con sus allegados.
Forjar un futuro profesional o ahorrar para el futuro. Son muchas las motivaciones para ilusionarse con el Gordo Navideño.
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Historias de millonarios
En el 2016, el 93 con la serie 938 le resolvió la vida a muchas personas. Una de ellas fue un hombre de Grecia, que pegó ¢800 millones, es decir medio entero.
En ese mismo sorteo, un peón de construcción compró a última hora un “gallo tapado” en Cartago. Se dio cuenta que ganó ¢40 millones, luego de una mejenga.
Otro fue un jardinero que se pegó ¢80 millones. Según información suministrada por la Junta de Protección Social (JPS), el nuevo millonario especificó que iba a renunciar a su oficio.
Un año después, salió el 06 con la serie 489. Uno de los felices ganadores reportados fue un joven de 22 años, quien ganó ¢80 millones. Dentro de sus planes estaba comprar una casa y un carrito.
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Asimismo, una ama de casa de 30 años llegó a la junta a cambiar tres pedacitos comprados por su esposo. Con el premio de ¢120 millones, la mujer podía pagar deudas, y hasta tendría para irse de viaje con sus papás.
Un caso curioso es que, por hacerle caso a una niña que le dijo que comprara el 06, un hombre de 39 años se pegó ¢160 millones, pues compró 4 fracciones con la combinación ganadora.
Heredia y San Carlos con multimillonarios
En los últimos años, la mayor presencia del Gordo se registró en Heredia y en San Carlos.
Para el 2018, un adulto mayor de 74 años pagó ¢3.000 por una rifa, cuyo premio principal era un entero de la lotería navideña.
Este vecino de Santo Domingo de Heredia tuvo doble premio. No solo se ganó la emisión del Gordo, sino que el día del sorteo resultó acreedor de nada más y nada menos que de ¢1.600 millones, pues tenía el 19 con la serie 198.
Ese mismo año, otro vecino de Heredia, de 38 años, también se convirtió en multimillonario. Con la compra de un entero pegó ¢1.600 millones, que acudió raudo a cambiar a la sucursal del Banco de Cota Rica, ubicada en La Uruca.
Al mismo tiempo, un joven padre de 19 años logró pellizcarle ¢40 millones al premio mayor, pues sólo tenía ¢2.000. El vendedor le ofreció cuatro pedacitos, pero no le alcanzó para las otras tres fracciones.
Para el 2019, el sorteo se llevó a cabo un 15 de diciembre. Era la primera vez que el número ganador coincidía con la fecha.
Otra vez, un adulto mayor volvía a resultar ganador del Gordo. Se trató de un hombre de 71 años, vecino de San Carlos, quien se hizo acreedor de ¢1.000 millones con el 15 con la serie 589.
Ese mismo año, una señora de 57 años, de Desamparados, compró tres fracciones del número ganador.
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Alegría en medio de la pandemia
Miles de costarricenses sufrieron los embates causados por la crisis sanitaria y económica a causa del covid-19.
En medio de esta difícil situación, se efectuó el sorteo del Gordo Navideño del 2020. El número ganador resultó ser el 66 con la serie 305.
Para este sorteo, la JPS sacó a la venta solo tres ediciones ante la difícil situación económica.
Una jugadora de la lotería, vecina de Santo Domingo de Heredia, fue una de las afortunadas con 5 fracciones, equivalentes a un premio de ¢200 millones.
Otra mujer, de 57 años se soñó con el 66 y mandó a comprar unos pedacitos, los cuales consiguió en las inmediaciones del mercado central de Alajuela.
Los ¢120 millones que obtuvo al comprar 4 pedacitos, los invertiría en certificados.
Fechas, edad, sueño y gallo tapado
Fechas de cumpleaños de hijos, cónyuge, padres o la edad de algún familiar querido siempre están presentes a la hora de buscar un número específico.
De ahí que los números bajos son los más buscados por los compradores.
Este año, entre otros, los compradores buscan el 19 por ser la fecha del sorteo. Los “agüizoteros” también buscan el 91 (la fecha al revés), el 21 por corresponder al año a punto de terminar y el 22 que es el año nuevo.
Además, los considerados “jamón”, es decir los más buscados o perseguidos como el 03, 06,07,09,10, 11, 12, 15, 20, 25, 30, 33, 35, 40 y 50 no son soltados por la gente.
Hay quienes consideran como numerazos el 70, 75, 80, 85, 90 y 95, pero son los menos.
Asimismo, también hay personas que adquieren un número porque se lo recomendó alguien más, un sueño, porque vio un número formado con un hilo, o porque le gustó.
También hay quienes prefieren optar por no saber el número y compran los famosos “gallos tapados”, (que usualmente son números altos) a fin de llevarse ya sea una agradable sorpresa o una decepción a ciegas.
Krissia Morris Gray
