Redacción El Observador
“Algo me pasó, ocupo que me ayude, todo estaba bien, yo le hablaba cuando estaba en la pancita, yo fui el primero que lo alzó cuando nació, después yo lo bañaba y lo cuidaba, pero algo cambio de pronto, empecé a sentir rechazo, estaba cansado de que llorara por todo, que no durmiera, que había que estar llevándolo a la clínica”.
“Al preguntarle si le había pegado o hecho daño intencional a su hijo, asiente y refiere “le pegué varias veces, con mis manos, mis puños”.
Así está consignado en el informe que rindió la trabajadora social del Hospital Nacional de Niños, Carolina González, de la entrevista que tuvo el equipo médico del centro hospitalario con los padres del bebé de 2 meses de edad que falleció presuntamente víctima de maltrato infantil.
El pequeño ingresó el miércoles 17 de mayo a la sala de shock del Hospital de Niños referido por el Hospital de San Carlos. Presentaba hematomas epidurales bilaterales, fractura de clavícula, hemorragias retinianas, y otros hallazgos clínicos.
Según narra el documento de la trabajadora social, durante la entrevista, inicialmente el padre, un hombre de apellidos Luquez Pérez y de 27 años de edad, habló de que su hijo se había golpeado porque se le resbaló mientras lo bañaba.
“Durante el avance de la entrevista y al confrontarles sobre la severidad de las lesiones, el padre refiere que el día lunes 15 de mayo “lo estaba bañando en la tina que está en la mesa y se me resbaló por el jabón y cayó en la mesa”. Confirma que calcula una altura aproximada de medio metro.
El informe continúa indicando que el equipo de médicos le dicen que las lesiones que presentaba el bebé no eran compatibles con una caída desde esa altura.
“Se me cayó hoy en la mañana, en la madrugada estaba llorando y yo lo saqué del cuarto para que (su compañera) durmiera, lo traía alzado con la cobija y al tratar de abrir la puerta, se me resbaló y cayó al piso.”
“Cayó como de medio lado, sonó duro, me asusté y lo puse en la cama y después lo alcé, él no lloró, estaba como en blanco, con el ojo como torcido, no respondía, se le caía la cabeza y se estaba como flojo”.
Indica la trabajadora social que el sujeto narró que le puso sus dedos en el cuello para tocarle el pulso porque pensó que se había muerto.
“Se lo llevé a ella y nos fuimos para emergencias”. Menciona “no le conté nada por miedo, para no preocuparla”.
Sin expresiones faciales
De acuerdo con el documento que fue remitido por el Hospital de Niños al Ministerio Público, durante la entrevista el hombre se mostró con aplanamiento afectivo.
“No se observan expresiones faciales proporcionales a la severidad de los hechos, luego se torna verborreico haciendo mención a la afectación emocional que le causó la ruptura con su exesposa y la separación de sus hijas.
Al equipo de profesionales les llamó la atención que en reiteradas ocasiones dijo “no quiero cargar con esta culpa, ayúdeme”.
“No impresiona sentirse afectado por el pronostico incompatible con la vida de su hijo, sino más bien por la culpa que esta situación le genera y lo que va pasar con su vida”, apunta.
En el caso de la mamá, dice el documento que ella muestra mayor expresión emocional, “llora de manera intermitente sin lagrimas y pide ver a su bebé, le pide al padre decir la verdad. Su respuesta tampoco impresiona ser proporcional a los hechos que se le confrontan y a la condición de salud de su hijo”, señala el documento.
Habló de tener sospechas
La trabajadora social del Hospital de Niños registró en su informe que cuando a los padres se les informó sobre el mecanismo de lesión que sufrió el bebé, pasaron por etapas diferentes en su relato.
Inicialmente, ambos se mostraron tranquilos, comentaron sobre las preocupaciones que ha desencadenado la salud del niño por su bajo peso y dificultades de lactancia., Además, negaron cualquier manifestación de agresión o trauma.
Hablaron que en la madrugada del miércoles 17 de mayo notaron al bebé irritable, con comportamiento inusual y sin fuerza y por eso lo llevaron a emergencias.
Conforme la entrevista siguió y los profesionales les hicieron más preguntas, la versión del papá cambió hasta confesar que lo había golpeado con sus puños.
Frente a esta versión, la madre indicó que ella tenía algunas sospechas.
“Tenia unos moretes en el pecho y en la espalda, después uno en la frente y otro día le vi como algo en la orejita, no recuerdo bien cuando fue, yo me enojé con él y le pregunté si le estaba pegando al bebé, él me decía que no, cuando le decía que fuéramos a emergencias me decía que eran piquetes de zancudo y al otro día los moretes ya no estaban por eso no consulté”.
Si sé que fallé, agrega “yo sospechaba que él le estaba haciendo algo, pero no consulté ni le conté a nadie.
El bebé falleció el mismo día que ingresó al Hospital de Niños y ese día también, ambos padres quedaron detenidos.
La Fiscalía Adjunta de San Carlos los acusó por el delito de homicidio calificado.
El caso se tramita bajo el expediente 23-001109-0065-PE. Los imputados son un hombre de apellidos Luquez Pérez de 27 años y una mujer de apellidos Cordero Ramírez de 28 años.
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