Hermes Solano
El juicio contra el exsacerdote Mauricio Víquez inició esta tarde en el I Circuito Judicial de San José. Tras la suspensión en horas de la mañana, el Tribunal se conformó e inicio el proceso.
Tras leer la prueba acusatoria por parte del Ministerio Público y de la parte querellante y ante las solicitudes de la defensa y posterior deliberación de los jueces, el excura se sentó en el estrado.
Sin embargo, tomó la decisión de no declarar, aunque dejó el portillo abierto para hacerlo más adelante.
“Me abstengo de momento, después lo puedo reconsiderar”, fueron las palabras del exsacerdote, quien pidió que no se mostrara su cara y tampoco se grabara su voz.
El juez Luis Alberto Marín le hizo las preguntas de rigor como su profesión, edad, enfermedades y el salario que devengaba cuando era sacerdote y trabajaba como docente.
“El último fue de alrededor de $3.000 como docente”, respondió. Víquez era profesor en la Universidad de Costa Rica.
Al exsacerdote lo acusan de dos delitos de abuso sexual contra menor de edad, violación calificada y corrupción agravada.
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Pieza acusatoria
La fiscal del Ministerio Público encargada del caso, Andrea Murillo, leyó la pieza acusatoria en contra de Víquez Lizano.
Ahí se reflejaron los hechos por los que se le acusa el exsacerdote en perjuicio de la víctima Alvarado Quirós, quien en el momento de los hechos tenía 11 años.
Según la acusación, entre julio y setiembre de 2003 se dieron en al menos cuatro ocasiones los abusos en contra del menor, quien colaboraba en la iglesia de Patarrá.
“El ofendido en la oficina del cura fue abordado por Víquez Lizano y aprovechándose de su relación de poder lo despojó de las vestimentas, lo agarró de los glúteos y se los separó para verle el ano”, dice el documento acusatorio.
La fiscal siguió leyendo, indicando que en la misma fecha, entre julio y setiembre de 2003 el exsacerdote abordó a la víctima y lo llevó a su habitación donde le entregó dinero y luego lo puso a realizarle masajes.
“Le colocó aceite en las manos y lo obligó a darle un masaje en el pecho por debajo de sus ropas. Seguido de eso lo despejó de sus vestimentas, lo colocó en la cama e introdujo el pene dentro de su boca”, indicó la fiscal.
Otro hecho que se acuso se presentó supuestamente en el mismo período, también en la habitación de Víquez.
“Lo despejó de sus vestimentas y se masturbó delante de él. Luego lo acostó en una cama e introdujo su pene dentro del ano de la víctima. Víquez le decía que se relajara cuando el menor decía que le dolía”.
La querella acusatoria leída por el abogado Rafael Gullock Vargas se basó en los mismos hechos del Ministerio Público.
Continúa el jueves
Aunque para este lunes estaba programada la declaración de la víctima, el Ministerio Público y la parte querellante hicieron ver que ante la gravedad de los hechos que se acusan, era vital que el testimonio de Alvarado Quirós no sufriera interrupciones.
Por eso solicitaron al Tribunal que trasladara la declaración para el jueves, día en el que continúa el juicio, algo que fue aceptado por los jueces.
En total hay alrededor de 9 testigos en el proceso, que tiene fecha de finalización el viernes, pero ante las situaciones presentadas hoy podría extenderse la próxima semana.
