Josué Alvarado
(Archivo/El Observador)
El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) reconoce que el país atraviesa una complicada realidad debido a la reproducción de perros con fines comerciales sin ningún tipo de control, ni supervisión veterinaria.
Esta práctica ilegal representa un peligro para la salud de las perras y de sus crías. El cruce de animales sin ninguna regulación podría generar problemas en la genética de ellos.
Además, una mala supervisión durante los meses de gestión significa un alto riesgo tanto para la madrea como paras las crías.
Esta práctica no controlada podría hasta generar complicaciones de salud pública y Senasa ya recibe denuncias por perros que las personas compran y que, a las pocas horas o días, enferman o mueren debido a los malos cuidados de los primeros días.
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“Esa realidad de los perros de raza genera una grave situación frente a la necesidad de promover la adopción de perros sin raza, una población que muchas organizaciones trabajan fuertemente y no encuentran personas que adopten estos animales”, señaló la vicepresidenta del Colegio de Veterinarios, Xarixaba Granados.
Foto Archivo El Observador
20 centros con permiso en todo el país
En una entrevista con El Obseravador el director de la Asesoría Jurídica de Senasa, Antonio Vanderlucht, explicó que la reproducción de perros para su comercialización como mascotas no es una práctica prohibida en el país.
Sin embargo, se quiere de un Certificado Veterinario de Operación para funcionar. Actualmente, en el país únicamente 20 centros están debidamente inscritos ante Senasa. El país llegó a registrar 35 de estos.
Se considera ilegal cualquier otra venta que se haga fuera de estos comercios.
“Mucha de esta actividad se realiza en casas de habitación, ahí tenemos una problemática en general para el acceso, porque se dan en la clandestinidad”, comentó el vocero a este medio.
Por otro lado, reconoce que regularmente ese comercio se da a través de redes sociales por lo que es sumamente complicado seguirle el rastro a las personas que están haciendo el negocio.
“La práctica esta de comercialización ilegal, porque hay que llamarlo como lo que es, es muy aceptada y se encuentra en mucha cantidad”, señala Vanderlucht.
De enero a julio de este año el Senasa ha recibido 93 denuncias contra criaderos, por distintas razones, aunque mayoritariamente cuando ya se han adquirido los animales.
“Las denuncias que nos llegan respecto a criaderos clandestinos son usualmente porque la persona queda descontenta con el animalito que ha comprado.
“Es porque se le enferma, porque se le muere, porque no era el tipo de animal o raza que quería y nos llegan esos casos colateralmente”, añadió Vanderlucht en entrevista con este medio.
Foto (Archivo/ El Observador)
Senasa prevé mejores controles
El director de la Asesoría Jurídica de Senasa informó que actualmente trabajan en ajustes a la normativa con el fin de tener mejores controles sobre esta práctica.
Reconoce que el país “va detrás” en materia de regulación legal sobre esta práctica y reconoce que hay que aumentar la información dirigida a las personas sobre la responsabilidad a la hora de conseguir un perro.
“Hemos encontrados situaciones muy groseras. Son los famosos fábricas de cachorros. Tienen a los animales en condiciones de fabricar y fabricar sin contar cuál es su condición y cuando terminan ese ciclo reproductivo casi que lo hacen desechado”, señaló el vocero a este medio.
Xarixaba Granados considera que para abordar esta problemática de forma adecuada hay que revisar la regulación y establecer reglas más estrictas.
También darle una mayor cantidad de recursos al Senasa para que pueda atender la problemática integral de la salud animal.
