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Gobierno de Nicaragua reporta quinta muerte por COVID-19 y provoca más incertidumbre

Confidencial (Nicaragua) para El Observador Un hombre de 65 años falleció la mañana del domingo en Nicaragua, convirtiéndose en la…

Por Confidencial, Nicaragua

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Gobierno de Nicaragua reporta quinta muerte por COVID-19 y provoca más incertidumbre
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Confidencial (Nicaragua) para El Observador

Un hombre de 65 años falleció la mañana del domingo en Nicaragua, convirtiéndose en la quinta muerte por COVID-19 confirmada por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Sin embargo el régimen continúa sin reconocer el fallecimiento de otras dos personas, verificadas por familiares y fuentes médicas en Managua y Estelí, el pasado 29 de abril.

En otro de sus escuetos y confusos comunicados sobre el avance de la pandemia en Nicaragua, el Ministerio de Salud (Minsa) no detalló si esta es una de las tres personas que, durante los últimos siete días, mantiene como casos “delicados, pero estables”, o si esta persona fallecida es una de las “siete recuperadas”.

Esta última condición fue a dada anteriormente al caso del paciente de Estelí, de 70 años de edad, que fue dado de alta y retirado de la lista de casos activos del Minsa, pero falleció días después en su casa.

La Asociación Médica Nicaragüense, que reúne a profesionales de la Salud, ya advirtió el pasado 23 de abril la falta de transparencia en el manejo de los reportes estadísticos sobre la incidencia y progresión de la pandemia, porque esta actitud “no permite conocer la verdadera situación epidemiológica en nuestro país”.

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3 delicados y 16 sospechosos

Desde el pasado 26 de abril, el Minsa mantiene en sus comunicados que hay tres casos activos de COVID-19. Este sábado añadió que de ellos hay uno “delicado y atendido” y dos “delicados, pero estables”. Las autoridades no precisan qué significan cada uno de esos términos y cuál es la diferencia entre ambos estados, que por su ambigüedad incluso han sido objeto de memes en redes sociales.

El Minsa afirmó que el “señor mayor de 65 años de edad, con padecimientos crónicos y enfermedades agudas asociadas, presentó esta mañana una complicación también aguda, que, lamentablemente condujo a su fallecimiento”.

Este es el segundo caso de una persona fallecida por COVID-19 en el que el Minsa no precisa cómo adquirió el coronavirus SARS-coV-2, ni el número de contactos de esta, o el tipo de seguimiento que le da a estos.

El pasado 29 de abril, el Minsa confirmó una cuarta muerte por COVID-19 en Nicaragua: un hombre de 66 años, residente de un asilo de ancianos. Del caso nunca había informado ni había mencionado en su lista de casos activos, por lo que se estima que es un paciente al que no daba seguimiento.

Sin embargo, las autoridades insisten en negar que en Nicaragua haya casos de “transmisión local comunitaria”. El mismo 29 de abril, CONFIDENCIAL confirmó con fuentes médicas y familiares el fallecimiento de dos personas que el Minsa no ha admitido en su estadística oficial: un despachador de vuelos, de 58 años, fallecido por la mañana en el Hospital Monte España, de Managua, y un hombre de 70 años, fallecido por la noche en su casa de Estelí.

En Nicaragua, el Minsa no detalla en sus comunicados cuántos son los casos totales que hasta ahora se reportan, limitándose a decir los casos activos en una suma y resta, cada vez más confusa.

Similar ocurre con los casos sospechosos a los que el Gobierno se refiere como personas “en seguimiento responsable y cuidadoso” y luego da de alta anunciando que pasan a “resguardo domiciliar”.

Este tres de mayo, el Minsa recordó que el sábado tenía 15 personas “en seguimiento responsable y cuidadoso” y que de ellas tres cumplieron el “período reglamentario de observación” (que no detalla).

“Quedan por tanto 12 personas, a las que se suman hoy cuatro más, para un total, esta mañana, de 16 personas en cuido y monitoreo responsable y permanente”, dijo el secretario de Salud, Carlos Sáenz.

Sin embargo tras esa suma y resta de casos, en la que el Minsa evita precisar totales, hay al menos 170 personas sospechosas de COVID-19, pues el pasado 30 de abril fue Daniel Ortega quien reveló que el conteo iba por 162 casos, sin revelar más detalles.

Mientras tanto, el Observatorio Ciudadano de COVID-19, que monitorea de manera independiente el avance de la pandemia basado en denuncias ciudadanas, reporta al menos 431 casos sospechosos, incluyendo las reportadas en el confuso conteo oficialista.

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Preocupación por respuesta oficial de la pandemia

El régimen de Daniel Ortega ha sido ampliamente cuestionado por su manejo de la pandemia, mientras ignora las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las medidas internacionales para prevenir la propagación del virus.

También la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha expresado su preocupación por la promoción de actividades multitudinarias, en las que participan simpatizantes sandinistas que el Gobierno envía en visitas casa a casa, llegando a más de 900.000 hogares, según confirmó el pasado 30 de abril el mismo Ortega.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han demandado al régimen que garantice el derecho humano de los nicaragüenses a la salud.

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