Marco Marín
Con los números de la última producción de café sonaron las alarmas en el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé). De acuerdo a los números de la entidad, la última recolección cayó en aproximadamente un 13,9%.
Los datos corresponden a la cosecha 2018-2019, ya que la temporada de este producto va de junio a marzo. Durante ese periodo, el instituto reportó un total de 1.714.785 de fanegas (sacos de 46 kilogramos), explicó el subdirector de Icafée, Édgar Rojas.
Esto dista de la producción del 2017-2018, cuando se contabilizaron 1.991.755 de sacos. La diferencia entre ambos periodos es de 276.970 menos.
“Lógicamente sí nos preocupa, porque al final vemos que esta es una de las producciones más bajas de los últimos 40 años”, afirmó Rojas ante una consulta de El Observador.
La disminución en la producción también afectó las exportaciones. Durante los primeros ochos meses de la cosecha del 2017-2018 se reportaron 970.110 sacos exportados. Este número bajó a 858,505 durante el mismo lapso.
El total de sacos exportados, durante la penúltima producción, ascendió a 1.649.173 fanegas lo cual equivale a un 82,8% del total producido.
Clima, roya y variabilidad
Rojas explicó que hay varias causas para este declive, entre las que están los efectos climatológicos, el problema de la roya y la variabilidad de producción en algunas regiones, ya que algunas producen “mucho un año y luego baja”, algo normal en el café.
Sin embargo, una nueva preocupación que surge en el sector cafetalero es el agotamiento de los suelos en las plantaciones. De acuerdo con el experto, un censo reciente del Icafé determinó que un “área bastante significativa” de las plantaciones actuales presentan este problema.
El vocero explicó que la vida útil de una finca es de 20 años, más o menos, tras lo cual llega un momento en que las plantas ocupan “una poda para que produzcan sobre tejidos nuevos. El problema es que muchas plantaciones tienen más de dos décadas”, afirmó.
Un salvamento a la vista
El año pasado el gobierno promulgó una ley para la creación del Fondo Nacional de Sostenibilidad Cafetalera (Fonascafé), el cual es esperado por el sector.
“En estos momentos es uno de los proyectos que más nos preocupa. Estamos actuando con ayudas a los productores entre las que ofrecemos variedades nuevas y más resistentes, transferencia de tecnologías y el financiamiento para lograr líneas de crédito”, dijo.
Con el capital aprobado se pondría a disposición de los productores préstamos con tasas preferenciales para la renovación de las plantaciones, asistencia y un programa de responsabilidad social.
El programa sería administrado por el Icafé, con la supervisión de una junta directiva compuesta por un representante de los beneficios, dos del sector productor, el ministro o el viceministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), así como Xinia Chaves, directora ejecutiva del instituto.
El financiamiento previsto saldrá de un aporte único del 5% del superávit líquido del Icafé. También tendrá a disposición transferencias del MAG y recursos de ayuda a los cafetaleros que no se han gastado en los últimos años.
Entre estos destacan el Fideicomiso de Ayuda a los Productores de Café Afectados por la Roya, y del Plan Nacional de Renovación de Cafetales.
Marco Marín
Las experiencias trascienden a los resultados. Tomar el camino menos transitado siempre hace la diferencia y los errores duelen menos cuando seguimos nuestro instinto. En lo periodístico, las palabras solo son herramientas pero, utilizadas adecuadamente, dan sentido a nuestras vidas. En síntesis: compren el tiquete, ajusten el cinturón de seguridad y disfruten del viaje.
