Paula Ruiz
¨Un sistema que no evalúa, opera a ciegas¨, con esas palabras, Isabel Román, coordinadora de investigación del Estado de la Educación, dio a conocer su criterio ante la posibilidad de que el país quede sin pruebas estandarizadas, para medir la educación que reciben los estudiantes.
Román participó en el Foro Nacional “Hacia un cambio de Paradigma de la Educación para la niñez y la adolescencia” organizador por varias instituciones, entre ellas la Universidad Católica y la Conferencia Episcopal.
La investigadora reconoció la importancia de este instrumento para tener una orientación sobre los aprendizajes adquiridos y los que no.
“Tenemos un sistema educativo que anuló las evaluaciones y eso dificulta el seguimiento, quitamos bachillerato y ahora con FARO, hay un riesgo de que se quite, no podemos quitar las pruebas porque un sistema que no evalúa, opera a ciegas , no podemos saber qué saben y qué no saben los estudiantes”, explicó Román.
OBSERVE MÁS: MEP pedirá cancelar pruebas FARO programadas para junio y julio
El sábado pasado, el presidente Rodrigo Chaves informó que decidió eliminar estas pruebas FARO implementadas en el Gobierno de Carlos Alvarado.
Pero, por la readaptación y la pandemia, se realizaron por primera vez a finales del 2021, envueltas en polémica por presuntamente emplear preguntas a menores sobre aspectos familiares sin consentimiento de sus encargados.
El martes pasado, el Ministerio de Educación Pública (MEP) informó que pedirá al Consejo Superior de Educación (CSE) cancelar la convocatoria a pruebas FARO que están programadas para junio y julio.
De acuerdo con este ministerio, presentarán la propuesta a este órgano, quien deberá tomar la decisión final.
Las pruebas para primaria están programadas para la semana del 15 al 17 de junio, mientras que las de secundaria se llevarían a cabo entre el 29 de junio y el 1° de julio.
Hasta 10 años
Román, aprovechó para realizar una exposición donde detalló el estado actual de la educación así como los retos a corto, mediano y largo plazo.
Consideró que se requieren pruebas estandarizadas confiables y planes de nivelación de manera urgente.
Debido a la pandemia y el rezago histórico, destacó que ese plan de nivelación no puede estructurarse para un año.
“Nivelar nos va a tardar 5 o 10 años”, advirtió la experta.
Por lo pronto, es urgente garantizar tanto el retorno de todos los estudiantes a las aulas, como el no recorte en educación, particularmente en becas y comedores escolares.
Lo anterior por cuanto, en 2019 habían 186.000 estudiantes en pobreza extrema la cual aumentó drásticamente a 297.000 alumnos en 2020.
“No tenemos plata para atender a esta población, programas como comedores escolares están seriamente amenazados”, informó Román.
El desafío es grande, porque solo el 8% de las escuelas brinda el curriculum completo por tanto, los menores no reciben clases en áreas como Artes Plásticas o Educación Física, por ejemplo.
“Y tenemos problema de repitencia principalmente en tercer ciclo y bajos desempeños de estudiantes, en las pruebas PISA (se refleja que) la mayor parte no saben resolver problemas, no comprenden un texto y no saben indagar, la indagación científica”, especificó.
Según la experta, es urgente voltear la mirada hacia una educación que atienda las necesidades del siglo XXI enfocada en habilidades como tecnología y construcción de conocimiento.
En el corto plazo, instó a un gran acuerdo nacional que trabaje en las coincidencias, amplias los tiempos de clase, pensar en clases de verano y estrategias diferenciadas para los estudiantes más vulnerables.
Además, mejorar la calidad de docentes con la implementación de la prueba de idoneidad, carreras universitarias acreditadas y capacidades tecnológicas.
