Marco Marín
Autoridades irlandesas anunciaron el decomiso de 172 kilos de cocaína, a bordo del navío Maersk Nimes y el cual zarpó de Puerto Moín, en Limón, el pasado 6 de febrero. Así lo dieron a conocer el pasado jueves diversos medios de este país europeo.
Las informaciones apuntan a que los narcóticos, ocultos en un contenedor refrigerado con bananos, tendrían un valor en el mercado ilegal de, aproximadamente, €12,04 millones (unos ¢8.939 millones). La incautación ocurrió en el Puerto Ringaskiddy.
Según los portales, Irish Times y The Irish Examiner, tanto autoridades portuarias como miembros de la Policía Nacional -conocida como Gardaí-, estaban esperando la embarcación antes de que esta llegará a puerto.
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Por su parte, el medio The Journal, informó que “el servicio naval fue utilizado para monitorear el ingreso a aguas irlandesas”. Esto, luego de que una red de agencias internacionales alertaron a las autoridades locales de la presencia del estupefaciente.
Si bien no se efectuaron detenciones, los medios informaron que las investigaciones se centran sobre la organización de la familia Kinahan, conocido como uno de los principales proveedores de drogas en dicho país y el cual tendría conexiones con carteles en América del Sur.
“Banana boat”
A pesar de que el puerto Ringaskiddy no es de los más grandes o conocidos en el exterior, no es la primera vez que es escenario de este tipo de incautaciones.
Todas las semanas, la ruta Moín-Cork lleva un cargamento de bananos. Por esta razón, la embarcación es llamada el “Banana boat”. En el 2018, una de estas entregas semanales fue el centro de otro decomiso histórico. En esa ocasión la cocaína estuvo valorada en unos €10 millones.
“El lado costarricense es claramente el puerto donde están teniendo acceso a los barcos para ingresar la droga. Pero esta, probablemente, está viniendo de Colombia, Chile o Perú, afirmó una fuente a The Journal.
Ese país ha sido identificado, por analistas, como una de las principales puertas utilizadas, por los criminales, para acceder a este continente.
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¿Último?
Precisamente, dos días después de que el Maersk Nimes zarpó de Puerto Moín, las autoridades costarricenses comenzaron a escanear todos los contenedores con piña seca y sus derivados (jaleas, puré, mermeladas, conservas, compotas, jugos y pasta, entre otros) antes de que salgan del país.
Esto, tras las reiteradas demandas hechas por la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep).
Lo anterior luego de una serie de decomisos de droga realizados en contenedores con la fruta tanto en el muelle nacional como en países europeos, con el objetivo de evitar más envíos con drogas.
La Cámara había hecho en el pasado numerosas solicitudes a las autoridades para el escaneo del 100% de los contenedores cargados con la fruta.
La Cámara de Exportadores (Cadexco) también ha manifestado, en múltiples ocasiones, la necesidad de contar con escáneres, no solo en Moín sino en todos los puestos fronterizos del país.
Marco Marín
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