Blog
Melissa Sandoval para El Observador
Desde su promulgación, en 1943, el Código de Trabajo de Costa Rica ha sido un faro en la protección de los derechos laborales y la igualdad en el ámbito laboral.
A lo largo de sus 80 años de existencia, este marco legal ha evolucionado para abordar de manera efectiva la discriminación en todas sus formas. Y brinda a los trabajadores costarricenses un escudo contra la injusticia y la inequidad.
El Código de Trabajo sentó las bases para un enfoque inclusivo y progresista hacia las relaciones laborales en Costa Rica.
Este documento histórico acompañado por legislaciones adicionales como el Convenio sobre la igualdad en la remuneración (Ley N° 2561), el Convenio sobre la discriminación en el empleo y la ocupación (Ley N° 2848), la Ley sobre la Prohibición en el Discriminación del Trabajo, la Ley de Promoción de la Igualdad Social de la Mujer y la Ley General sobre el VIH-SIDA, las cuales introdujeron disposiciones que prohibieron la discriminación laboral.
Un coto a la discriminación
No fue hasta la promulgación de la Ley N° 8107, el 18 de julio de 2001, que se introduce un nuevo título en el Código de Trabajo con el capítulo “Prohibición para discriminar”.
Esta ley estableció medidas que incluyen la prohibición general de discriminación en el trabajo por cuatro razones específicas: edad, etnia, género o religión.
Asimismo, este capítulo reguló la igualdad de derechos y remuneración por labores iguales, prohibición de despido por discriminación, igualdad de oportunidades para obtener empleo y la posibilidad de presentar denuncias ante los tribunales por discriminación.
Un abordaje más completo
Con el paso de los años, el Código de Trabajo de Costa Rica ha adoptado un enfoque más completo para abordar la discriminación. Ha establecido disposiciones que prohíben de manera cada vez más amplia las formas de discriminación para proteger a los trabajadores contra prácticas degradantes y humillantes desde la fase de reclutamiento.
Estas reformas no solo han consolidado la igualdad de género y la dignidad laboral. También han reforzado la protección de grupos vulnerables y han promovido la inclusión en el lugar de trabajo.
Esto ha hecho del Código de Trabajo de Costa Rica una herramienta esencial en la defensa de los derechos laborales y de la lucha contra la discriminación en el siglo XXI.
Más protección a los trabajadores
No obstante con la Reforma Procesal Laboral de 2017 se lograron avances significativos en la lucha contra la discriminación en el ámbito laboral.
Esta reforma fortaleció las medidas de protección de los trabajadores y amplió significativamente las manifestaciones de discriminación prohibidas. Entre ellas: edad, etnia, sexo, religión, raza, orientación sexual, estado civil, opinión política y ascendencia nacional.
Asimismo: origen social, filiación, condición de salud, discapacidad, afiliación sindical y cualquier forma análoga de discriminación. Esta última es tan amplia con el objetivo de proporcionar un marco legal aún más sólido para combatir este flagelo en el lugar de trabajo.
La lucha contra la discriminación laboral continúa, pero el Código de Trabajo se mantiene como un reflejo del compromiso de la batalla por la igualdad en los centros de trabajo.
Su legado perdura como un recordatorio de que todos los trabajadores merecen respeto, dignidad y oportunidades iguales. Esto sin importar su género, raza, religión, orientación sexual, identidad de género u otras características personales.
En vista de la extensa protección que ofrece el Código de Trabajo y las valiosas herramientas que proporciona a los trabajadores, es igualmente crucial que los patronos establezcan y mantengan políticas y medidas internas destinadas a prevenir la discriminación en el entorno laboral.
La colaboración activa de los patronos en la promoción de un ambiente laboral inclusivo y respetuoso es esencial para garantizar que todas las personas tengan igualdad de oportunidades y sean tratadas con dignidad, sin importar sus características personales.
Blog
