Paula Ruiz
Varios sectores, entre ellos sindicatos de educación y médicos, empresarios y estudiantes, han solicitado la suspensión del curso lectivo por un tiempo determinado.
Lo anterior como medida para disminuir la exponencial curva de contagios por covid-19 y resguardar la salud tanto de estudiantes como de personal docente y administrativo.
Solo este domingo pasado el sistema hospitalario registró un nuevo máximo de pacientes por covid, unos 1.188.
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Sin embargo, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación Pública (MEP) han hecho caso omiso a la petición.
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Las autoridades se escudan en el daño que podría ocasionar a la educación de los menores, el volver a clases solo virtuales.
El Observador consultó con expertos y epidemiólogos sobre el efecto de cerrar escuelas y colegios en estos momentos.
Hay opiniones a favor y en contra, con argumentos que van desde el impacto para hospitalizaciones hasta del poco efecto que provocaría en casos diarios.
A continuación los criterios de las personas consultadas.
Sí impacta
Para el científico Tomás de Camino, el cierre de escuelas y colegios sí tendría un impacto en la ola pandémica en cuanto a hospitalizaciones.
El experto aseguró que a través de evidencia estadística determinó que las hospitalizaciones comenzaron a aumentar con el curso lectivo activo.
“El aumento de hospitalizaciones viene desde mediados de marzo y con un análisis estadístico hay suficiente evidencia que indica que el período donde empezó a cambiar tendencia está involucrado el curso lectivo que no es el único factor, puede haber otros, pero, uno de esos puede ser inicio del curso”, indicó.
1/ 3 Continuando con @snunezcr, otros autores indican que el inicio actividad escolar no se relaciona con la ola. Sin embargo viendo la tasa de contagio (gráfico), la tendencia a subir a mayor que 1 es inmediatamente después de inicio de clases… pic.twitter.com/2jc4EPWtnp
— Tomas de Camino Beck (@TomasDeCamino) May 8, 2021
Su recomendación es cerrar centros educativos por un mes para visualizar el impacto en hospitalizaciones.
Según de Camino, las clases presenciales implican una alta movilización de personas y, con ello, mayor exposición.
Aunque si bien su hipótesis no es que los centros sean un foco de contagio, estos sí permiten la movilidad de la enfermedad principalmente por parte de personas asintomáticas, acotó.
Él también es del criterio de realizar testeos entre escolares y colegiales en muestra aleatoria, para determinar el nivel base de contagio en la población estudiantil y detección de asintomáticos.
De Camino consideró que en la actualidad hay temor por los cierres ante la incertidumbre de no saber cuándo regresarán a clases presenciales.
“Eso no debería ser así, debería ser suspensión temporal de lo más un mes y fuertemente monitoreada con cómo está hospitalizaciones”, explicó.
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“Es decir a 15 días debe haber efecto claro de pasar a modo virtual de escuelas y colegios, debe a los 15 días, ya manifestar un efecto sobre hospitalizaciones”, sentenció.
Cierre de escuelas y colegios sí se reflejaría
Este criterio es similar al de la epidemióloga Ana Morice, quien asegura que sí habría un impacto con el cierre del curso.
Eso sí, se inclina por cierres en cantones con mayor transmisibilidad del virus, debido al impacto en la educación sin la presencialidad.
“Todo suma, probablemente sí (se note una reducción) porque todo el mundo se queda en la casa, porque, no es solo la escuela, es cómo se transportan los estudiantes y maestros. Los niños pequeños van con su papá o mamá”, dijo la epidemióloga.
“Probablemente se reduzca pero, habría que ver qué tanto impacta en la curva y realmente es un tema de balance y priorización”, continuó Morice.
Para la experta, es mejor dirigir la atención hacia actividades como fiestas clandestinas, buses y la restricción vehicular para intentar contener el virus.
Morice también cree que los testeos masivos y pruebas de antígenos entre estudiantes, serían una opción para tener mejor control de la pandemia y evitar cierres que afecten la educación de los menores.
“Es importante saber las característica de los casos y si son el resultado en mayor o menor medida de transmisión en el centro educativo porque uno analizando esos casos puede suponer que se infectaron en calle o casa”, recalcó la experta.
Sin efecto
Una opinión muy contraria tiene el demógrafo Luis Rosero. El especialista indicó que habría un impacto reducido en la curva de contagios el cierre de escuelas y colegios.
Aunque el MEP reporta un aumento de casos covid-19 entre estudiantes y personal, Rosero explicó que probablemente se contagiaron por asistir a la escuela y no precisamente en el centro educativo.
Según el Ministerio, los casos detectados por semana son los siguientes:
- 12 al 18 de marzo: 111
- 19 al 25 de marzo: 124
- 26 de marzo al 8 de abril: 143
- 9 de abril al 15 de abril: 280
- 16 de abril al 22 de abril: 483
- 23 de abril al 29 de abril: 1.024
Para Rosero, el aumento de casos en personas del sistema educativo “en realidad un reflejo de lo que está ocurriendo en la comunidad (…) La proporción de casos reportados por el MEP respecto del total es menos del 8%”.
El demógrafo recomendó cerrar aquellos centros donde se detecte un brote epidémico y ponerlo en cuarentena.
“Un cierre generalizado no tiene sentido, especialmente si se toma en cuenta el alto costo social que ello implica y la enorme iniquidad que conlleva”, comentó.
Adicionalmente, Rosero manifestó que no habrá un impacto en los casos diarios por el cierre de centros.
“No lo es (impacto). Aunque el aumento de casos reportados por el MEP es ligeramente mayor que el aumento en toda la población, esto se debe a que la vacunación a los adultos mayores ya esta haciendo que crezca mas lentamente la curva epidémica fuera de las escuelas”, sentenció.
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Hasta el momento no hay una simulación con respecto a casos probables en el sistema educativo.
Aunque si hay un pico de 3.000 casos diarios a nivel nacional, eso puede implicar que suban en un 40-50% los detectados en el MEP, explicó Rosero.
Eso significa que se podrían alcanzar unos 1.500 casos semanales antes de que comiencen a bajar los reportes.
Aún en estudio
Otro punto de vista es el del epidemiólogo Ronald Evans de la Universidad Hispanoamericana. El especialista confesó que aún estudia el impacto de las clases semipresenciales.
Evans se apega a los señalamientos de instituciones como el Centro Centroamericano de Salud, que resaltan que no hay evidencia de un impacto en disminución de casos con el cierre de escuelas.
“He oído otras versiones que dicen que el cierre se hace necesario como medida para paliar el momento agudo que vive el país en estos momentos. Es un tema que no se puede resolver en pocos minutos sino que hay que estudiarlo”, manifestó el médico.
“Si nos atenemos a esa evidencia dada por gente que sabe mucho más que nosotros, podemos decir que cierre de escuelas no tiene basamento científico y sabemos el daño que la no presencialidad le está causando a la educación en Costa Rica y el mundo”, agregó Evans.
El curso lectivo con semipresencialidad inició el 8 de febrero. Foto Julieth Méndez.
El impacto en docentes
A los expertos también se les consultó si la apertura de los centros aumenta el riesgo para la salud de docentes y personal administrativo.
Rosero consideró que no son espacios de riesgo para estos trabajadores “especialmente si se aplican las directrices para minimizar el contagio en los centros educativos”.
Para Morice, al igual que los sindicatos de educación, se debe de vacunar a los maestros con tal de evitar interrupciones al curso lectivo.
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“Sí sería importante y tal vez no en todo el país pero sí donde hay más alta transmisión para vacunar maestros”, reconoció la epidemióloga.
Mientras, de Camino apuntó a que no hay datos públicos para comparar el nivel de infección de docentes durante el 2020 y el 2021.
Por su parte, el epidemiólogo Ronald Evans sostiene que aunque si bien, los protocolos se estén aplicando de forma rigurosa en las escuelas y colegios, las variantes como la brasileña y sudrafricana, pudiese tener predilección por personas entre 18 y 57 años, es decir, hay posibilidad de que entre esas edades esté el grueso de población docente.
El Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) denunció en abril que desde el 2020, se reportan 163 fallecidos entre docentes y personal administrativo.
