Tomás Gómez
Desde el jueves y hasta el 7 de agosto, por lo menos, el Parque Nacional Volcán Turrialba estará cerrado a los turistas como medida preventiva de seguridad.
La decisión fue tomada por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) ante las advertencias del Ovsicori.
La alarma principal surge luego de una erupción ocurrida el 23 de julio anterior.
Las condiciones climáticas de ese día no permitieron ver la actividad pero tras los estudios técnicos se determinó que el fenómeno tuvo origen freático. Esto quiere decir que se debió al calentamiento de aguas acumuladas.
Dado que Turrialba fue uno de los puntos más afectados por los aguaceros de los últimos días; hay preocupación por las aguas que hayan quedado acumuladas.
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“Los investigadores señalan que las fuertes precipitaciones que se presentan durante la época lluviosa favorecen para que exista una alta probabilidad de que las erupciones se repitan, lo cual es fundamentado con los registros eruptivos de los últimos años”, señaló el Sinac.
Este tipo de erupciones genera más preocupación pues no tiene signos de advertencia. Un evento de este tipo podría incluir ceniza, gas, flujos piroplásticos y hasta lahares. Esto es peligroso no solo para los turistas sino también para las comunidades vecinas al volcán.
Por la misma amenaza, el Ovsicori elevó el Turrialba al rango de “volcán en erupción”. Esto permitirá un monitoreo más intenso durante las próximas dos semanas.
