Katherine Ulate A.
A lo largo de las costas de Costa Rica, se desarrolla una gran riqueza de ecosistemas marino costeros que incluye arrecifes de coral, manglares, fondos lodosos, playas arenosas y rocosas, así como praderas de pastos marinos.
Sin embargo, de acuerdo con el Sexto Informe Nacional sobre el Estado de la Biodiversidad (6IN) los manglares, bosque húmedo tropical y la parte marino costera, presentan pérdida en la cobertura o deterioro.
En 1990 el país contaba con una cobertura de 51 mil hectáreas de manglar, para el 2013 se contabilizó una disminución cercana a las 37 mil hectáreas.
Dicho estudio fue realizado por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y estudia el periodo que comprende los años 2013-2018.
“Los estudios de los científicos nos vienen diciendo de que venimos perdiendo diversidad biológica en términos de especies, en términos de poblaciones a nivel del planeta como nunca antes. Lo que nos llama poderosamente la atención para poder actuar diligentemente”, indicó Carlos Manuel Rodríguez, Ministro de Ambiente.
Calentamiento global al acecho
Los ecosistemas de manglar y de bosque húmedo reportan una disminución en su estado de conservación y cobertura. Las áreas más afectadas, según el informe, son Guanacaste, Huetar Norte y Tortuguero.
“La biodiversidad es esencial para el crecimiento y equidad que son ingredientes fundamentales para el desarrollo sostenible”, comentó José Vicente Troya, representante residente PNUD al hacer hincapié en la importancia de documentos que visualicen esta situación.
En el caso de los pastos marinos, su afectación se debe al aumento de temperatura en los océanos, aumento en el nivel del mar, acidificación y sedimentación, esto propicia una tendencia a la baja en su cobertura.
No obstante, los pantanos y lagunas también reportan un deterioro debido al calentamiento global.
En cuanto a mares y océanos, su afectación se da producto de la destrucción del hábitat, contaminación y presión pesquera
Corales y humedales
El informe detalla que existen 669 mil hectáreas de formaciones coralinas, de las cuales el 67% se encuentran dentro del sistema de áreas protegidas.
Por eso, con el fin de velar por ellos el país se incorporó en el 2016 a la iniciativa Internacional de Arrecifes Coralinos (ICRI), y así impulsar la restauración de corales. Desde entonces se mantienen en constantes monitoreos.
De acuerdo con datos del MINAE, un total de 12 humedales fueron declarados de importancia internacional y se está trabajando para incorporar 35 mil hectáreas adicionales de ecosistemas de humedal en diversos sectores del país.
“Los ecosistemas saludables proporcionan servicios culturales, de regulación, apoyo, y aprovisionamiento inmensamente valiosos para los países, entre ellos la mitigación de los riesgos y las vulnerabilidades climáticas. Se estima que, a nivel mundial, la naturaleza proporciona servicios por un valor aproximado de $125 trillones de dólares al año”, aseguró Troya.
Katherine Ulate A.
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