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Popcorn506 para El Observador
Para muchos espectadores, el terror es un género inexplorado, muchas veces por prejuicios y otras, sencillamente, por preferencias personales. Para otros, es una fórmula con la que contar historias de una manera diferente, resulta compatible con multitud de recursos y estilos.
Uno de estos es Brian Duffield, uno de los directores que más entretiene de los últimos tiempos.
Y no lo decimos solo por No One Will Save You, que es la película que nos cita aquí hoy. Lo decimos por su trayectoria, intensa en cantidad para su juventud, y también intensa en eficacia por lo que supone con respecto a los espectadores y a los aficionados al género.
No hay más que retroceder ligeramente y dejarse llevar por The Babysitter o la muy original Love and Monsters.
Un estreno discreto y sorprendente
A nosotros, No One Will Save You nos ha pillado un poco desprevenidos, porque no estábamos al tanto de su estreno en plataformas hasta que la vimos ahí dispuesta. Nos llamo como si quisiera darnos un abrazo y, luego, convenciéndonos a través de las redes sociales de que era una apuesta prácticamente segura.
La película esta disponible en los Estados Unidos en la plataforma HULU, y a nosotros en Latinoamérica nos llega por medio de Star+, cuyo servicio es comercializado por Disney DT Latam.
La historia
La película nos cuenta la historia de Brynn, una joven muy exitosa que pasa por una época solitaria y que encuentra consuelo en la casa donde se crio.
Pero, una vez instalada allí, empieza a experimentar visitas de seres extraterrestres que no solo se enfrentan a ella, sino que le ayudan a enfrentarse a su pasado.
Como decíamos al comienzo, el terror es una fórmula que se sirve de multitud de recursos para entretener. Y, de paso, para contar historias.
Y eso es lo que Duffield logra desde el primer minuto aquí. Su recurso, en este caso, es conjugar la ciencia ficción con las invasiones domésticas y dotar a la historia de una belleza visual que funciona como gancho irresistible.
Kaitlyn Diver majestuosa
En ese gancho de belleza visual también podemos incluir a una Kaitlyn Diver majestuosa. Hay personas que son fotogénicas por naturaleza y, luego, hay otras que iluminan la pantalla y todo lo que pulula a su alrededor.
Sin duda, su omnipresencia en esta película es algo que la enriquece y mejora, y que, en otros casos, tanto de intérpretes como de historias, podría salir a repugnar.
Hemos dicho omnipresencia porque, en realidad, la película gira en torno a su personaje y sus sentimientos o fantasías.
Lo mejor en este sentido es que, al llegar al punto de lo fantástico, la pericia detrás de la cámara y, sobre todo, en la dirección de fotografía, nos transmite una sensación muy realista.
No es verosímil, pero nos hace sentir tan cerca de lo que sucede en la pantalla que cada golpe físico y psicológico lo vivimos en nuestras propias carnes.
No busqués, no leás. Dale al play
No queremos transmitir mucha más información de lo que sucede en esta película, porque es de ésas tan especiales que, cuanto menos sepas de ella más la vas a disfrutar.
El mayor acierto es la elección de una actriz protagonista que es un monstruo de la interpretación y, sentimos insistir, se come la pantalla. Está capacitada de sobra para ponerse esta ambiciosa película sobre los hombros y aguantar toda la responsabilidad.
Y sí, tenemos una queja que depositar sobre ella. ¿Por qué no se ha estrenado en salas? ¿Por qué no se le ha podido dar una oportunidad de lucir en una pantalla grande?
Es difícil defender que podría haber sido el blockbuster del año, pero sí que habría llamado la atención de un público más grande y de parte de la crítica que, si no fuera por el ruido en las redes sociales, la habría dejado pasar sin querer.
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